Cambio andaluz

El alejamiento de Rivera y Vox complica el acuerdo del cambio

  • El líder de Ciudadanos anuncia en Bruselas que no irá "de la mano con los que van con Le Pen" 

  • Santiago Abascal  responde que no cuente con Vox "si lo que pretende es el visto bueno socialista, para continuar el socialismo con otras siglas y no levantar las alfombras"

El alejamiento de Rivera (en Bruselas) de Vox complica la presidencia del Parlamento.

El alejamiento de Rivera (en Bruselas) de Vox complica la presidencia del Parlamento. / EFE

Sostiene el socialista Juan Cornejo que hasta la investidura del próximo presidente de la Junta todo es posible. A pesar de la contundencia de los resultados electorales del 2 de diciembre, esto es así. El andamiaje del posible acuerdo de Gobierno entre PP y Ciudadanos se sostiene sobre la presidencia de la Junta para el PP; la del Parlamento, para Ciudadanos, y seis consejeros para cada uno, pero el temor de los naranjas a verse involucrados en una alianza con Vox lo está complicando.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha sido contundente este jueves en Bruselas. No irá "de la mano con quien va con Le Pen". Ante sus colegas de la asociación de partidos liberales europeos (ALDE), ha dicho que "el acuerdo pasa por partidos que crean y apoyen la Constitución y tengan un proyecto para Europa", a la vez que ha tildado a Vox de "populistas".

El presidente de Vox, Santiago Abascal, le ha respondido que "desprecia" a los 400.000 andaluces que votaron a Vox si les llama populistas. "Si lo que pretende es el visto bueno socialista, para continuar el socialismo con otras siglas y no levantar las alfombras, que no cuenten con nosotros", ha concluye el líder en un comunicado.

Vox exigirá un puesto en la Mesa del Parlamento. Aunque le corresponde uno como mínimo, aunque sea sin derecho a voto, no lo tendrá de pleno derecho si Ciudadanos no le apoya. 

Contra los populistas

Los liberales europeos mantienen lo que se denomina un cordón sanitario democrático respecto a los partidos populistas, como el de Le Pen, Salvini en Italia y las formaciones gobernantes de Hungría y de Polonia.

El distanciamiento de Rivera de Vox complica el acuerdo de cambio en la Junta de Andalucía, ya que la formación de Francisco Serrano se niega a mantenerse al margen o a ser "un convidado de piedra". Reclama una colaboración activa.

Para que la próxima presidenta del Parlamento sea Marta Busquet, de Ciudadanos, sería necesario sumar los votos de PP y de Vox, ya que un socialista podría alanzar el cargo si le vota Adelante Andalucía y los naranjas sólo cuenten con los populares. Hay quien sostiene, incluso, que Ciudadanos puede amagar con dar la presidencia de la Cámara al PSOE, mediante un acuerdo común con PP y Adelante, para excluir a Vox. Mario Jiménez, actual portavoz en el Parlamento andaluz, está realizando llamadas para explorar esta posibilidad. Ciudadanos lo niega.

Sin embargo, Ciudadanos no está dispuesto a facilitar la presidencia de la Cámara a los socialistas, pero tampoco se sentará con Vox. Esa es la explicación que ha dado el líder naranja, Juan Marín, a este diario. El acuerdo será sólo con el PP, una vez llegado a un consenso sobre el programa de Gobierno, se abordarán la distribución de los cargos.

La comisión de la Faffe

Lo que a Ciudadanos le gustaría es que el PSOE facilitase su Gobierno con un apoyo en la Cámara para arrinconar a Vox, pero eso no ocurriría. Llegado el momento, populares y naranjas pueden presentar un candidato a la presidencia del Parlamento y esperar a que Vox se sume, pero sin pacto previo. Esto arroja bastante incertidumbre sobre la sesión constitutiva del 27 de diciembre.

Un ejemplo de lo que puede suceder es lo que ocurrió la última semana de la pasada legislatura: la desconfianza entre los tres partidos de la oposición hizo que una socialista, Marisa Bustinduy, fuera elegida presidenta de la comisión de investigación de la Faffe.

Ese día se abre el nuevo Parlamento. Elegido una mesa de edad, formada por el parlamentario de mayor edad y los dos más jóvenes, se procede a votar al presidente de la Cámara, a los tres vicepresidentes y a tres vocales. El cargo del presidente no es uno más, ni siquiera por ser la segunda autoridad de la Junta. En una Cámara fraccionadas, es la persona que dirige las consultas y es quién propone al candidato a presidir la Junta. 

Presión a los liberales europeos

El PSOE andaluz es consciente de la contradicción en la que puede incurrir Ciudadanos en Andalucía; es cierto que es un partido liberal y europeísta, que aspira a jugar en el centro, y que necesita a Vox para gobernar. Tanto para elegir al nuevo presidente andaluz, como para sacar adelante los Presupuestos.

El PSOE andaluz introdujo en las redes esta contradicción, con mensajes a Enmanuel Macron, aliado de Rivera en la presidencia francesa, y al belga Guy Verhostfadt, presidente de ALDE, la alianza de partidos europeos.

La dirección socialista trabajará en este sentido hasta el 27 de diciembre. Sus diputados en Madrid han dado una rueda de prensa en el congreso para denunciar la alianza naranja con la nueva ultraderecha. No es un asunto fácil. Y no tanto por Andalucía, sino por las repercusiones que ello pudiera tener en el electorado nacional de Albert Rivera.

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