El Barómetro de Opinión Pública de Andalucía (BOPA) da por primera vez posibilidades al PP de ser la fuerza más votada y optar al Gobierno de la Junta si se celebrasen elecciones autonómicas. Una ventaja muy ajustada pero innegable desde el punto de vista técnico; los datos de este trabajo demoscópico realizado por el Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA), del CSIC, atribuyen una intención de voto imputada (resultante de la adscripción  ponderada de los encuestados indecisos a cada marca electoral) de apoyo a los populares del 43,2% de los votantes andaluces, frente al 41,6% que respaldaría al PSOE.

En cuanto a las demás fuerzas políticas, IU obtiene en este barómetro el 7,1% de la intención de voto imputada; un 2,4% de los votantes apoyarían al PA y un 1,8% apostaría por UPyD, cuya portavoz, Rosa Díez, es el líder mejor valorado en esta encuesta. Otras opciones políticas y el voto en blanco sumarían el 3,9% restante del total. Sin embargo, si se analiza la intención de voto directa (la opinión de quienes sí tienen formado un juicio ante la convocatoria electoral, incluso la posición de no tenerlo claro), se da una situación de empate entre las dos grandes fuerzas políticas del arco parlamentario andaluz: PP y PSOE coinciden en recabar un apoyo del 28,7% respectivamente.

La encuesta se realizó en la segunda quincena del pasado mes de noviembre y está basada en 3.645 entrevistas personales de aproximadamente media hora de duración, según precisó ayer al presentar estos datos el director del IESA, Eduardo Moyano. El responsable de este centro de investigación sociológica no quiso posicionarse en apreciaciones que condujesen a rebasar el marco de los datos de la encuesta. Sólo en un momento de su comparecencia ante los medios de comunicación podría apuntarse que quizá pisó suelo resbaladizo. Al ser preguntado por la ausencia del nombre de Manuel Chaves en el análisis de valoración de líderes o en el del cambio en la Presidencia de la Junta, dijo: "No queríamos añadir confusión a una situación confusa".

Las reacciones de los partidos a la difusión de estos datos fueron las previsibles. Moderado optimismo en el PP, a pesar de su desconfianza sobre la calidad de la encuesta; relectura de los datos en el PSOE, minimizando la ventaja popular; y reivindicación por parte de IU de su papel estratégico en un escenario de retroceso socialista. Según las valoraciones recogidas por Efe, el consejero de Gobernación y vicesecretario general del PSOE-A, Luis Pizarro, señaló que la encuesta del IESA está realizada "en un contexto de dificultad" por la crisis económica y subrayó que en ella los ciudadanos "siguen sin dar su aprobación a Javier Arenas".

Por su lado, el secretario general del PP-A, Antonio Sanz,  denunció "presiones" del Gobierno andaluz al IESA para cocinar la encuesta y minimizar los "malos" resultados del PSOE-A. Asimismo, el coordinador regional de IU, Diego Valderas, indicó que los resultados del barómetro revelan que la federación de izquierdas "es la fuerza política determinante en Andalucía".

Por su parte, la diputada y portavoz de UPyD, Rosa Díez, declaró que los ciudadanos andaluces "están hasta el gorro de los unos y los otros y buscan una alternativa que garantice un verdadero cambio en la forma de hacer política". Díez señaló que "queremos jugar un papel importante en Andalucía para garantizar la alternativa, un cambio de verdad en la comunidad y no una simple alternancia".