Andalucía

El PP sitúa a Juan Marín al frente del Consejo Económico y Social y culmina la absorción de Ciudadanos

Juan Marín, en el Parlamento andaluz.

Juan Marín, en el Parlamento andaluz. / Juan Carlos Vázquez

El ex líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, ya tiene destino. El PP lo situará al frente del Consejo Económico y Social (CES) de Andalucía, un órgano consultivo que ahora preside Ángel Gallego. Con este movimiento, los populares completan el proceso de recolocación de los principales cargos de la formación naranja, absorbiendo de facto el partido en Andalucía tras cuatro años de gobierno de coalición.

Marín renunció a todos sus cargos en Ciudadanos después de las elecciones autonómicas de junio, en las que su partido pasó de contar con 21 escaños a quedar sin representación en el Parlamento andaluz. El ex vicepresidente de la Junta de Andalucía ya había explicado en varias ocasiones que el presidente, Juanma Moreno, le había expresado que quería contar con él, en línea con la sintonía demostrada durante los años de cogobierno, en los que formó equipo con Moreno y Elías Bendodo.

El político sanluqueño aspiraba a la Oficina del Defensor del Pueblo, pero a Jesús Maeztu aún le queda mandato. También se planteó que fuese consejero delegado de la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y Deporte de Andalucía, sector que conoce perfectamente al haber sido consejero de Turismo. El destino final de Marín será el CES, el órgano consultivo y de participación social del Gobierno andaluz en materia socioeconómica, en el que participan sindicatos, empresarios, consumidores, corporaciones locales o las universidades.

Este último movimiento cierra el círculo abierto con el mantenimiento de Rocío Blanco, nombrada por Ciudadanos, como consejera de Empleo del nuevo Gobierno andaluz, el de la mayoría absoluta del PP. Queda pendiente la entrada de la ex presidenta del Parlamento autonómico, Marta Bosquet, que también se da por hecho que se incorporará a la nueva Administración andaluza. 

Además de estos tres cargos, la envolvente del PP también ha incorporado al nuevo Gobierno y órganos de extracción parlamentaria a otros primeros espadas de Ciudadanos, de la cuerda de Juan Marín y fuera de ella. Así, hace unos días otra exconsejera naranja, Rocío Ruiz, fue nombrada miembro del Consejo Audiovisual de Andalucía. Sergio Romero, exportavoz de Ciudadanos, es delegado del Instituto Andaluz de la Juventud en Cádiz. Otra exportavoz, Teresa Pardo, ha sido nombrada delegada de Justicia en Málaga. Y Javier Millán, que fue portavoz de los naranjas en el Ayuntamiento de Sevilla, se ha afiliado al PP y es delegado de Justicia en esta provincia.

Los populares dan así un golpe casi definitivo para reagrupar al centro y derecha que se había desviado hacia Ciudadanos. Antes de las elecciones andaluzas se planteó la propuesta de presentar a los comicios unas listas conjuntas del PP y los naranjas. Para estos, era una manera de presentar a los electores una lista de Gobierno, al entender que lo exitoso del mandato había sido el Ejecutivo de coalición. Para los populares, sería una fusión por absorción de Ciudadanos, que desaparecería del mapa. Hubo conversaciones, tanteos y el ofrecimiento del presidente Juanma Moreno, pero, al final, la dirección de Inés Arrimadas no quiso. El 19 de junio, el PP arrasó con el 71% de los votos que Cs había obtenido en 2018 y en los meses posteriores ha completado finalmente la absorción, mientras los naranjas intentan refundar su proyecto a partir de una gestora. 

El portavoz del equipo de refundación de Cs, Guillermo Díaz, se afanaba esta mañana en desligar el fichaje de Marín del hecho de que el presidente andaluz haya mantenido o captado para su gobierno otros dirigentes naranjas, porque en este caso, el cargo que ocupará "es muy institucional". "Es un cargo de naturaleza bien distinta", no un cargo de gobierno. "Consideramos que es una circunstancia diferente", ha insistido.

Este movimiento del PP se enmarca también en la senda emprendida por Juanma Moreno de ampliar aún más su base electoral. Si ya en junio fue capaz de cosechar un voto transversal de la mano de una imagen de moderación, el rechazo a Vox y la disconformidad con las políticas del Gobierno central, el popular quiere consolidar y ensanchar ese amplio espectro político de sus votantes. Y no duda en remarcarlo cuando surge la oportunidad: igual alaba la figura de Felipe González que explica en rueda de prensa, este mismo lunes, que uno de sus objetivos es que el Gobierno andaluz sea "más amplio, con muchas sensibilidades para ser más plural, diverso y permeable", de ahí que esté compuesto por personas de distinta procedencia políticas, entre las que se ha referido a socialistas y andalucistas.

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