"Una amenaza". Esa es la consideración que le merece a la portavoz del PP andaluz, Esperanza Oña, la opción de celebrar las próximas elecciones autonómicas en el mes de mayo. La también alcaldesa de Fuengirola (Málaga) afirmó ayer que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, "amenaza las reglas del juego democrático" cuando sugiere que también esa fecha -además de la de marzo- puede ser la de los comicios andaluces.

"La Constitución dice que las elecciones pueden ser, como mucho, cada cuatro años, al igual que el Estatuto de Andalucía. Pero Griñán se saca de la chistera una herramienta antidemocrática, que no es constitucional ni estatutaria, para decir que no a los cuatro años", afirmó Oña.

La portavoz popular anunció que el objetivo del PSOE es sacar adelante una serie de leyes que "no se han aprobado en 30 años de Gobierno socialista", entre ellas, según indicó, la norma que servirá "para expulsar a los alcaldes" del Parlamento. "Griñán juega con las fechas de las elecciones como si Andalucía fuera un juguete en sus manos. Andalucía es la comunidad autónoma más atrasada de España, con más familias en el paro y que más sufre la crisis propiciada por el partido socialista", subrayó la alcaldesa de Fuengirola.

A juicio de Oña, el jefe del Ejecutivo andaluz hace un ejercicio de frivolidad "al no tomarse en serio que las elecciones son para captar la voluntad popular, para formar una nueva situación que sale del deseo de los andaluces". La portavoz del PP-A, que volvió a calificar de "perfecto" el hecho de celebrar las elecciones generales y autonómicas por separado -"algo que siempre hemos defendido", recordó-, cargó las tintas en las "las cacicadas demasiado frecuentes", de Griñán, que "no está en su sano juico político" y que no cuenta con apoyos de su partido ni en Andalucía ni en España.