Andalucía

Muere apuñalado un joven magrebí al mediar en una pelea en Roquetas

  • La Policía ya ha efectuado una detención, pero no es la del autor del homicidio

"Murió antes de caer al suelo". Así relató uno de los testigos lo ocurrido en la madrugada de ayer en la calle Valle de Orotava de Roquetas de Mar. En medio de un gran charco de sangre yacía el cuerpo de Saidi E. S., de 34 años. Había salido a mediar en una pelea y murió, probablemente a manos de uno de sus propios amigos. Hay un detenido, aunque se sigue buscando al autor material de la muerte. Fuentes policiales descartan cualquier tinte de violencia racista en estos hechos.

Eran poco más de las tres y media cuando las primeras llamadas alertaban a los servicios de emergencia. En la calle Valle de Orotava, dentro de los límites del término municipal roquetero, se presentaron la Guardia Civil, la Policía Local y del 061. Saidi había muerto en el acto de una puñalada en el tórax que le afectó al corazón. El juez de guardia y el médico forense certificaron su fallecimiento en el mismo lugar de los hechos unas dos horas después.

De inmediato comenzaron las investigaciones por parte de los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil, que interrogó a varios testigos de los hechos. Apenas una hora después, la Policía Local de Roquetas anunció la detención de una persona implicada en el homicidio. Poco después, fuentes cercanas a los hechos precisaban que el detenido, también magrebí, no era el autor material de la muerte, sino uno de los participantes que se vio implicado de forma involuntaria en la pelea. Según pudo conocer este periódico de fuentes cercanas a la investigación, los hechos se iniciaron después de que un amigo de la víctima sufriera un intento de robo por parte de un compatriota. De inmediato, desde las casas de la barriada comenzaron a salir cada vez un mayor número de personas que intentaban, por un lado impedir el robo y por otro tratar que el autor del mismo no fuera linchado. Al parecer, Saidi (se descarta que fuera la víctima del robo) fue uno de ellos y se baraja la posibilidad de que fuera uno de sus propios compañeros quien, de manera fortuita, le clavara una navaja de grandes dimensiones en el tórax.

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