La consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, destacó ayer las "excelentes relaciones" con el ex interventor general de la Junta de Andalucía, Adolfo García Fernández, quien presentó su dimisión ante la Consejería, y al que, según explicó la consejera, "pidió personalmente que siguiera hasta cerrar el ejercicio contable".

La consejera agradeció la labor del interventor, que primero estuvo con la ex consejera Carmen Martínez Aguayo y luego con ella, y le pidió que "se mantuviera en su puesto para trasladar el conocimiento que tenía y que tenía toda mi confianza en el desarrollo de las funciones encomendadas, algo que ha hecho con talento y conocimiento".

Montero explicó que cuando comenzó esta legislatura y fue nombrada de nuevo consejera, el entonces interventor ya le trasladó que "era conveniente que acometiera el relevo, porque entendía que su trayectoria profesional al frente de la Intervención estaba ya desarrollada y que quería seguir profesionalmente en otros entornos".

La consejera indicó que en ese momento "estábamos en pleno proceso de desarrollo del ejercicio presupuestario y plena negociación del presupuesto".

"Pese a que se intente decir lo contrario, las relaciones con la Intervención son excelentes, de confianza y con capacidad de aprendizaje por nuestra parte", aseveró la consejera, quien habló de "relevo natural" y apuntó que "es tan natural que sabíamos se iba a producir en el marco de la comisión de investigación, por lo que conocíamos que iba a ser inevitable que alguien pretendiera buscar una relación, pero realmente estaba todo previsto y programado".

"Era justo que una persona que manifestó su voluntad de ser relevado en el cargo por cuestiones personales que no se vea obligado a permanecer porque alguien pueda interpretar otra cosa", concluyó Montero.