Andalucía

La Junta rechaza la energía nuclear por su escasa rentabilidad y su alto riesgo

  • Aunque la energía atómica produce electricidad más barata, no convence al Gobierno andaluz ante la perspectiva de aumento del precio del uranio y por los 105.000 empleos que generarán las renovables

Un carpetazo definitivo y al unísono dieron ayer los gobiernos central y autonómico a la energía nuclear. En una entrevista en el diario británico Financial Times, José Luis Rodríguez Zapatero, rescató los mismos argumentos con los que rechazó hace un mes el debate que quiso abrir el presidente andaluz, Manuel Chaves, y no sólo reiteró la voluntad de la eliminación paulatina de las centrales existentes, sino que descartó a la implantación de otras nuevas. Las razones: la falta de agua en España para la refrigeración de los reactores y la apuesta firme por las renovables.

En Andalucía, la negativa corrió a cargo del consejero de Innovación, Francisco Vallejo, que se vio en la tesitura de dar por zanjado un asunto que consideró abierto en "falso" y del que insistió que "jamás Chaves ha estado a favor" porque "no es partidario".

Pero la novedad de su declaración, pronunciada en términos casi idénticos a la que hizo la pasada semana en el pleno de la Cámara autonómica, es que ésta vez sí dio las explicaciones que refuerzan la posición contraria a esta fuente energética de la Junta. Una batería de respuestas que oscilaron desde la peligrosidad y la sostenibilidad al alto precio de la materia prima, el uranio.

Los riesgos y el impacto medioambiental fueron un primer y sólido argumento, más aún, en la coincidencia temporal con el accidente en la central nuclear de Krsko (Eslovenia), que en el caso de la comunidad andaluza se incrementan por ser una zona de sismicidad moderada.

Pero Vallejo quiso aportar una visión más economicista al poner sobre la mesa su escasa rentabilidad. Recordó que "lo mínimo" para construir una central es un decenio, a los que sumó entre dos o tres años más por los "problemas sociales" que suelen llevar aparejadas este tipo de instalaciones, que de por sí ya son muy caras, lo que le llevó a aseverar que "no hay ni un solo proyecto porque los costes son muy altos".

Y al montante de la construcción añadió el más importante, el del uranio, cuyo precio auguró que "se multiplicará por cuatro" una vez China pongan en marcha las 30 centrales que tienen previstas o las 127 que proyectan otros países favorables a esta fórmula por reducir al mínimo su dependencia energética, algunos de ellos europeos, como Francia -que junto a EE UU lidera el sector al contar ya con 59 reactores en funcionamiento-, Finlandia, Reino Unido, Rumanía y Bulgaria.

"Entiendo que lo hagan otros países, pero nosotros no, porque no nos aporta nada. No genera empleo, no genera riqueza, su coste es alto y nosotros tenemos sol, viento y tecnología y empresas que van a crear hasta 105.000 empleos directos e indirectos", afirmó el consejero, que esgrimió esto último como principal ventaja frente a la electricidad más barata que genera la nuclear.

Vallejo se vio forzado a desgranar las razones ante la pregunta lanzada durante su comparecencia en el Parlamento por la portavoz popular de Innovación, Ana María Rico, que instó al Gobierno andaluz a "quitarse la careta" o aclarar su postura, y se remontó hasta el no que luego fue sí a la OTAN del PSOE de hace 22 años. A la diputada, el consejero la conminó a no seguir diciendo "barbaridades" y caer en el discurso de las "mentiras" cuando es, precisamente, "el PP quien está a favor de la nuclear".

Para los próximos cuatro años la Junta tiene previsto incrementar la aportación de las renovables al consumo total de energía primaria al 18,3% y pretende quintuplicar la potencia instalada con tecnologías renovables para que el 39,1% de la potencia tenga origen limpio, lo que supondrá un crecimiento del 205%.

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