Andalucía

Juanma Moreno descarta elecciones inmediatas

  • El Gobierno quiere enviar en diciembre un nuevo decreto de simplificación administrativa al Parlamento, así como aprobar la fusión de empresas en la nueva Trade

  • Sólo Vox desea las comicios, por lo que es posible que el PP ensaye acuerdos de geometría variable con izquierda y derecha

Juanma Moreno, este jueves en el Parlamento.

Juanma Moreno, este jueves en el Parlamento. / Raúl Caro/EFE

Al Gobierno andaluz sólo le queda como recurso ensayar acuerdos de geometría variable en el Parlamento. Rota la alianza con Vox, el Ejecutivo de Juanma Moreno seguirá enviando iniciativas a la Cámara, donde buscará apoyos, unas veces, en el PSOE, otras, en Vox e, incluso, en Unidas Podemos. No es imposible. La aprobación de la ley del Suelo, con el apoyo de la derecha y de los socialistas, evidencia que a Moreno aún le queda algo de combustible para alcanzar la primavera, o el verano, de 2022. Su entorno más cercano es unánime: cuanto más tarde en convocar más credibilidad tendrá el compromiso de estabilidad con el que Juanma Moreno desea presentarse ante la opinión pública.

A pesar de que la oposición le ha rechazado del Presupuesto de 2022, el Gobierno enviará al Parlamento en los próximos días un nuevo decreto de simplificación administrativa, para el que es posible que cuente con el apoyo de Vox. También está pendiente la fusión de empresas públicas en una nueva corporación, Trade, una acción que apoyan los sindicatos y que podría ganar el respaldo socialistas o el de Unidas Podemos. En enero hay vacaciones parlamentarias, y Moreno ya tiene descartado convocar durante estos dos meses, de modo que en febrero volverá la actividad y será, entonces, cuando compruebe hasta dónde llega el bloqueo. Si fuese absoluto, convocaría comicios para primeros de abril, y acusaría al PSOE y a Vox de aliarse en una nueva pinza, socialistas y ultraderecha juntos.

Si la Cámara le deja pasar algunas iniciativas dejaría pasar el tiempo, Moreno mantiene que su objetivo es llegar a noviembre de 2022, pero la fecha de la primavera es la idónea, ya que supondría sólo un adelanto técnico para intentar aprobar las cuentas anuales al inicio de la nueva legislatura.

La estrategia de la geometría variable es posible porque ningún partido de la Cámara, a excepción de Vox, quiere que las elecciones se celebren tan pronto. Hay dirigentes del PP que también opinan que es un buen momento, pero el compromiso del presidente de la Junta hace que su credibilidad pese más que la oportunidad. En los sondeos, el PP sigue al alza, aunque Vox también. El PSOE de Juan Espadas sigue necesitando mucho tiempo. El todavía alcalde de Sevilla se lo ha tomado con una tranquilidad geológica, no dimitirá como regidor hasta que se aprueben las cuentas municipales porque está convencido de que eso será un aval.

Y Unidas Podemos tampoco está preparada para elecciones. No tiene candidato, aún no sabe si se se coaligará con Más Andalucía en esta ocasión y la fórmula de la ministra Yolanda Díaz no cuajará en tan poco tiempo. Inmaculada Nieto, que es una parlamentaria brillante, tiene cada día más posibilidades que termine siendo la candidata. Quien si se presentará con una lista diferente será la gaditana Teresa Rodríguez.

Los socios de coalición, Ciudadanos, son los menos interesados en los comicios. La filtración del audio de su líder, Juan Marín, revela una fractura muy grave en el grupo y, por tanto, en el partido, que habría que corregir antes de las elecciones.

Por eso, por el escaso interés del adelanto en los otros grupos, el PP confía en que aún hay, al menos, unos seis meses de legislatura. En Andalucía no se pueden celebrar elecciones en los meses de julio y agosto, lo que da mayor fuerza a la posibilidad de que la fecha sea la de primavera.

Quienes se ha empeñado en la convocatoria son los miembros de la dirección nacional de Vox. Tampoco está clara la razón, que es la electoral, pero que vienen a desmentir los últimos sondeos, porque el partido de Abascal sigue subiendo. La singularidad de Vox en Andalucía, respecto a otras comunidades, es que no sólo le vota la derecha más dura o los barrios con rentas más altas de las capitales, sino que tiene fuerza en el mundo rural, donde ha conectado con votantes relacionados con la caza, las aficiones taurinas y el campo en general. A ello suma algunas comarcas donde la presencia de inmigrantes es alta, como en algunas zonas de Almería y del Campo de Gibraltar. 

Vox ha dejado de ser el aliado de la investidura de Juanma Moreno, pero aún no está claro que boicoteará todas las iniciativas del Gobierno. Sí ha agriado las críticas al presidente. Por primera vez en la legislatura, su portavoz, Manuel Gavira, le atacó este jueves en la esfera personal, al recordarle que era un "político desahuciado" en el PP hasta el 2 de diciembre de 2018, aunque para ello necesitó el respaldo de Vox en su investidura. Pero el partido de Abascal también teme que se proyecte en la opinión pública que son aliados parlamentarios de Unidas Podemos, saben que ese recurso en manos del PP les puede hacer mucho daño, sobre todo si Juanma Moreno logra presentarse como víctima ante el sector conservador.

Juanma Moreno no quiere gobernar en coalición con Vox, no lo oculta y por eso se quiere situar ante la ciudadanía andaluza como el único candidato que garantiza la moderación, porque no se aliará con Unidas Podemos ni quiere a los de Abascal en el Gobierno. Es una estrategia que se sitúa en las antípodas de la de Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha logrado más parlamentarios que la suma de las izquierdas con un discurso tan cercano a Vox que ha recibido una buena parte de sus votos. Moreno, con otras herramientas, también persigue ese objetivo: sumar más que PSOE y las otras listas de izquierdas. 

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