El coordinador general de Izquierda Unida (IU), Diego Valderas, pidió ayer a la Junta que "si tiene cajones B y contabilidades" que las "saquen y pongan en claro", y defendió que las instituciones rindan cuentas antes de las elecciones. En una rueda de prensa que tuvo lugar en Almería, Valderas explicó que con esta medida se impondría la obligatoriedad de todas las instituciones políticas a "rendir cuentas" antes de que se produzca un proceso electoral, y señaló que lo va a proponer al Parlamento de Andalucía como una "medida de higiene y salud democrática".

De esta manera, según IU, "se acabarían todos los dimes y diretes, y el vodevil de mentiras y engaños al que hoy nos someten en diversas intervenciones del Partido Popular", en alusión a las declaraciones del secretario general del PP-A, Antonio Sanz, que solicitó explicaciones de cuántas facturas están guardadas en los cajones y de la deuda real de la administración autonómica.

Valderas añadió que "nos ahorraríamos estar en un mar de incertidumbres y dudas" y más cuando "las crea un partido manirroto", refiriéndose al PP, ya que recordó que los ayuntamientos más endeudados de España (Madrid, Valencia y Málaga) son populares.

Además, sostuvo que el presidente del PP, Mariano Rajoy, y el de los populares andaluces, Javier Arenas, "no están legitimados para dar ningún tipo de lecciones ni en materia de déficit ni de endeudamiento".

En este sentido, dijo que IU quiere impulsar cambios "necesarios" en el sistema político para "construir una alternativa" que se base en "la democracia participativa", dando voz a los ciudadanos "y plantee una salida solidaria a la crisis" y también "un modelo de desarrollo económico nuevo". Valderas indicó que colaborarán estrechamente con CCOO y UGT para hacer posibles las movilizaciones que se están demandando en defensa de los intereses de los trabajadores.

Por otra parte, el coordinador general de IU aseguró que tiene "claro" que quien marcará las fechas de las elecciones autonómicas será el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno central en detrimento del líder del Ejecutivo andaluz, José Antonio Griñán, quien, a su juicio, "está a lo que diga la Ejecutiva Federal socialista". Según Valderas, "la única oportunidad que tiene el presidente andaluz de aparecer ante los ciudadanos con capacidad de decidir es comprometiéndose ante la opinión pública" a que los comicios fijados inicialmente para marzo de 2012 "sean por separado para promover un debate claro sobre la realidad andaluza".