Andalucía

Griñán, contrario a los "remedios inmediatos" que prolonguen la crisis

  • El consejero de Economía asegura que los 1.374 millones que se desembolsarán atenuarán el impacto en el ciudadano · La oposición dice que son "insuficientes"

La crisis que atenaza a la economía andaluza tuvo ayer dos caras. La optimista del Gobierno autonómico y la pesimista de la oposición y de los doscientos pescadores que se concentraron a las puertas del Parlamento pidiendo una solución a la escalada del precio de los combustibles y que les dejó un día más en tierra. Dos visiones contrapuestas que también se reflejaron en el debate parlamentario de las medidas recetadas por el Ejecutivo para paliar sus efectos. Así, si para el vicepresidente económico, José Antonio Griñán, las 35 medidas adoptadas por la Junta fueron "muy acertadas" para "atenuar" el impacto de esta coyuntura en el ciudadano, para PP e IU sólo llegaron a la categoría de "parche". Griñán mantuvo que los "remedios inmediatos" sólo pueden llevar a alargar la crisis.

El vicepresidente expuso al detalle todas y cada una de las actuaciones previstas y recordó que su aplicación conllevará un desembolso de 1.374 millones de euros, a los que sumó otros 3.500 millones por las medidas de liquidez y otros 1.800 millones de los efectos en Andalucía del Plan del Gobierno Central. La fórmula que ha permitido su puesta en marcha, según recordó, es la "muy saneada" situación de las finanzas andaluzas, marcada por el escaso endeudamiento, la estabilidad presupuestaria y el ahorro bruto. Pero si un medidor de la crisis es el paro, Griñán rebajó credibilidad a su aumento, resaltando que hasta ahora en Andalucía "no se ha destruido empleo", sino que el incremento es consecuencia directa del crecimiento de la población activa en 137.000 personas.

Los portavoces económicos del PP e IU, José Enrique Fernández de Moya y Pedro Vaquero, respectivamente, tildaron las medidas de "insuficientes" y reclamaron al Ejecutivo andaluz "reformas estructurales" y que abandone su política de "parches". Fernández de Moya recriminó que se ensalcen esos 1.374 millones contra la crisis cuando el déficit de las empresas públicas alcanza los 1.000 millones.

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