La nueva Ley para el Urbanismo Sostenible en Andalucía, que el Gobierno enviará al Parlamento el mes próximo, "pretende establecer las bases para que no se cometan los errores de los años 90 o primera década del presente siglo del desarrollismo salvaje". Lo explicó ayer el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta, José Fiscal, en una de las conferencias de los cursos de verano que la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla organiza cada año.

"Todo lo que estamos haciendo en este ámbito, para evitar las críticas, se ha llevado a cabo con un proceso participativo como nunca con ocho jornadas, una por provincia, en las que se ha contado con todo el mundo", aseguró Fiscal, que detalló las negociaciones con ayuntamientos, ecologistas, colegios de arquitectos, las diputaciones y "con todo el que ha querido participar y tiene protagonismo en un ámbito tan importante como el urbanismo" así como que "la ley es fruto de un trabajo y una participación enormes".

El objetivo de la norma es evitar "los errores de los 90 y la primera década de este siglo"

"Cuando se aprobó la antigua ley, el concepto de cambio climático no estaba en la agenda de nadie y había incluso quien ponía en duda que existiera o lo provocase la actividad humana, y esas son cuestiones que esta ley incorpora", afirmó el titular de Medio Ambiente, que, sin embargo, explicó que la ley previa, "no era mala, pero era complicada y hacía que los trámites se alargarán mucho en el tiempo y por lo tanto se convertían en una dificultad".

Por ese motivo, los objetivos de la nueva norma se centran en "agilizar los trámites urbanísticos en Andalucía, para lo que se simplifica la propia ley; lograr que la ley contribuya a la mejora del medio ambiente en Andalucía y que el urbanismo sea un aliado de la economía y no al contrario".