convención nacional del pp en sevilla

Encinas y madroños

  • Cristina Cifuentes se lleva los primeros focos de la convención nacional del PP, en la que Cospedal sale en su defensa y muestra su asombro por que el “tema de actualidad” no son los ERE

  • Los populares defienden que el Gobierno de Rajoy “ha salvado España de la quiebra económica y la rebelión territorial”

  • El partido llega a Sevilla con el objetivo de repetir en esta convención los otros prólogos andaluces que anticiparon sus victorias

Mariano Rajoy sembró una encina en el hotel sevillano donde se celebra la convención nacional del PP. La encina ha sustituido como símbolo en esta cita a la tradicional gaviota, es un árbol mediterráneo, fuerte. “Muy español”, le apuntan al presidente mientras echa tierra con una pala. “Contigo crece España”, explica el lema. Sin embargo, en el arranque fue el madroño madrileño el que se llevó todos los focos. La presidenta de la comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, protagonizó la primera rueda de prensa con la que se ha abierto la convención. Cifuentes no dimite, el máster de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) que está más que en entredicho no es su problema, sino de la Universidad, eso es lo que ella sostuvo en una intervención ante los medios no aparentó dudar en ningún solo momento. El día anterior, cuando se dudaba de su asistencia, la presidenta madrileña convenció a algunos dirigentes del partido de que ella obtuvo de modo legal ese título universitario, a pesar de que en la URJC no consta documento que certifique que ella defendiese ni entregase su trabajo de fin de máster. Así que Cifuentes llegó a Sevilla, a pesar de que muchos compañeros creen que su presencia puede nublar a Rajoy, en torno a quien se ha organizado esta reunión que durará todo el fin de semana.

Al PP siempre le ha venido bien organizar sus congresos en Sevilla. En 1990, también en abril, Aznar tomó el relevo de la mano de Fraga; en 2011, celebró otra convención que prologó una enorme victoria en las elecciones locales y, después, generales, y en 2012, ya en el Gobierno, volvió a la ciudad para celebrar este congreso. Sin embargo, el clima que se palpa en este hotel no es el mismo. El PP no tiene por qué perder las próximas elecciones generales, pero se le ve atrincherado. A la defensiva. Y no sólo por el caso de Cifuentes, que ha empañado de nuevo la vida interna del PP, sino porque primera vez en la historia reciente de España habrá dos grandes partidos peleando por la derecha y por el centro. Sí, Ciudadanos, el agente naranja es hoy el competidor a detener. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se refirió a ellos, como quienes “siempre se ponen las medallas”.

En la inauguración de la convenció, que siguió a la rueda de prensa de Cifuentes, intervino el líder andaluz del partido, Juanma Moreno, y Cospedal. La secretaria general, sin citarla, sí defendió a Cifuentes. “Tenemos que defender lo nuestro y a los nuestros”, dijo. “Cerremos filas frente a las malas artes, no nos dejemos avasallar”, siguió. Dirigiéndose a Juanma Moreno, le relató: “Parece mentira cuáles son los temas de actualidad, parece mentira, Juanma, y parece mentira aquí, en Andalucía”. El tema es, claro está, el de Cifuentes, que compite en actualidad con la salida de Puigdemont de la prisión alemana, pero a Cospedal le gustaría que el “asunto” fuese el del juicio de los ERE, una vista donde se sientan dos ex presidentes socialistas de la Junta, pero que, desde el punto de vista político, ya se ha cobrado todas las víctimas relacionadas. Y algunas más.

María Dolores de Cospedal realizó una defensa del Gobierno de Mariano Rajoy por su actuación durante dos crisis, de las mayores que ha atravesado España en lo que lleva de siglo. “Nosotros somos los que hemos salvado a España de la quiebra económica y de la rebelión territorial”. En efecto, estos son los dos grandes asuntos a los que el Gobierno de Rajoy ha tenido que hacer frente en solo seis años. El presidente optó por atrincherarse frente a las demandas de algunos países de la UE y evitó la intervención, pero cuando la prima de riesgo fue perdiendo altura, los catalanistas se volvieron independentistas. Y, frente a ello, el Gobierno, con el apoyo de Ciudadanos y del PSOE, intervino la Generalitat por medio de un inédito artículo 155. Esos son los méritos que Cospedal quiere reivindicar frente a Ciudadanos, por eso acusa a los naranjas de “ponerse las medallas”. “Quizás nosotros seamos demasiado discretos”, añadió. “Lo que no tenemos que hacer es dejar que nos roben nuestras banderas”, repitió en el mismo sentido.

Mariano Rajoy está en la convención desde el primer día, la cerrará con un discurso el domingo, pero durante todo el sábado participará en varios “diálogos populares”. La cita del PP se ha construido en torno a estas mesas donde intervendrán todos los ministros del Gobierno y todos los presidentes autonómicos. Cifuentes también. Uno de los asuntos que más ha desgastado al partido, más que la gestión ante la crisis económica y ante el desafío separatista, ha sido la corrupción, especialmente centrada en Madrid y en Valencia. En Madrid se saldó con la dimisión de Esperanza Aguirre, la contrincante de Rajoy, la que intentó descabalgarlo, y con el procesamiento de Ignacio González y de Francisco Granados. Les quedaba Cifuentes, de futuro incierto ahora. Y en Valencia, feudo tradicional del PP, perdieron el gobierno.

Las primeras elecciones que se celebrarán son las andaluzas, siempre que Rajoy no adelante las generales. Y en junio de 2019 llegarán las municipales, las autonómicas en el resto y las europeas. Será durante este ciclo cuándo se mida cuánto de fuerte es en la realidad Ciudadanos y cómo de débil se supone que está el PP.

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