LA propuesta poselectoral que formula hoy a través del Grupo Joly el candidato del Partido Popular a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, debe ser tomada en consideración. Ante la perspectiva de que ningún partido consiga la mayoría absoluta parlamentaria en las elecciones del 22-M, Moreno Bonilla ha emplazado a la actual presidenta y candidata socialista a compartir con él un compromiso: que PSOE y PP faciliten que gobierne el candidato de la lista más votada. Eso quiere decir que si la candidatura del PSOE, encabezada por Susana Díaz, logra la mayoría relativa, los diputados populares harán posible su investidura y están dispuestos a pactar con este partido un programa mínimo de reformas que garantice la estabilidad de las instituciones autonómicas. Si es Moreno Bonilla el más votado, la obligación de permitir un gobierno minoritario en el Parlamento autonómico correspondería a los socialistas. Por el momento el PSOE no ha acogido favorablemente la iniciativa, aunque Susana Díaz sí ha rechazado expresamente la posibilidad de formar una coalición con Podemos para gobernar juntos en la nueva etapa. Así las cosas, salvo que se produzca una mayoría absoluta harto improbable o una vuelta al pacto PSOE-IU, también de difícil gestación, la única alternativa al acuerdo PSOE-PP como partidos mayoritarios sería un gobierno de cualquiera de ellos en solitario. Es decir, una situación de permanente inestabilidad, perjudicial para Andalucía y para su propia actividad económica, además de una reedición de aquello que ha argumentado la presidenta actual para disolver anticipadamente el Parlamento y convocar las elecciones autonómicas. La propuesta de Moreno Bonilla tiene la virtud de centrar la política andaluza, reforzar la posición de los dos partidos mayoritarios y en condiciones de gobernar en esta comunidad autónoma y cerrar el paso al aventurerismo y la ruptura del sistema democrático.