El coordinador del Movimiento contra la Intolerancia en Andalucía, Valentín González, ha denunciado hoy que Málaga es el centro operativo de la principal organización neonazi de España, que promociona y capta a jóvenes contra el racismo y la xenofobia.

González ha hecho estas declaraciones tras una reunión con el subdelegado del Gobierno en Málaga, Hilario López Luna, al que ha trasmitido su preocupación y la relevancia política de dicho fenómeno, así como la necesidad de actuar.

Ha destacado que el problema es más cualitativo que cuantitativo y que la mayoría de instituciones han mirado a otro lado, "por lo que debe haber información e investigaciones y que se interprete tal y como es".

En cuanto a que la provincia sea el centro operacional de uno de los principales colectivos neonazis del país, González ha informado que son causas circunstanciales de que los dirigentes hayan emigrado a Málaga, y se ha convertido en un foco importante de ultraderechistas y neonazis.

"Tenemos el ejemplo de hace tres semanas, cuando un grupo de jóvenes agredieron a un marroquí en Torremolinos, aunque parece que iban de cacería de homosexuales", ha manifestado el coordinador de la organización, que ha añadido que estos grupos suelen captar a adolescentes.

Ha determinado que su mentalidad es "simple" pero "peligrosa", "fanatizada", "proclive" a la violencia, "racista", "antisemita" y "xenófoba", y que normalmente se entrenan para sus actuaciones.

"Suelen estar integrados en partidos legales, en organizaciones ultras de fútbol y en grupos de música que incitan a la intolerancia en general", ha añadido.

Asimismo, ha dicho que los neonazis llevan a cabo unas 4.000 agresiones al año que desde 1992 han derivado en 75 muertos, "aunque afortunadamente en Málaga no ha habido, por lo que hay que tomar medidas sin alarmismos, para evitar agresiones".

Por su parte, Hilario López Luna ha explicado que tras conocer dichos datos los trasladará a las fuerzas de seguridad para que efectúen procedimientos "más exhaustivos y rigurosos", y que si las agresiones encajan en el código penal, se lleven a cabo procedimientos judiciales.

"Me preocupa porque estos asuntos requieren de una sensibilidad especial, y como demócrata, me afecta", ha sentenciado el subdelegado.