Vídeo| Análisis de las Primarias en Andalucía

Crece la presión para que Susana Díaz dimita como secretaria general del PSOE-A

  • La ex presidenta medita si dejar el cargo y dejar todo el espacio a Juan Espadas

Análisis de Juan Manuel Marqués de las primarias en el PSOE-A

Susana Díaz medita si dejar la secretaría general del PSOE de Andalucía antes del congreso regional previsto para diciembre, y así dejar el control de la formación a Juan Espadas. El destino más probable es el de senadora por designación autonómica. Desde que el pasado domingo se certificase la victoria de Espadas en las primarias para elegir candidato a la Presidencia de la Junta, se han venido sucediendo las declaraciones para que Susana Díaz dé un paso efectivo y deje la secretaría, ya que no volverá a presentarse a la reelección de cara a ese congreso.

Espadas tenía previsto reunirse este viernes con la ex presidenta, pero el alcalde de Sevilla quería guardar silencio sobre la conversación para dejar que Díaz anunciase su decisión. El ganador de las primarias aplica el principio de máxima discreción a sus conversaciones, porque no quiere contribuir a la idea de que se esté obligando a su anterior competidora. Espadas desea renovar la dirección del grupo parlamentario, cambiar algunos portavoces en las comisiones y, en especial, debe sustituir a Susana Díaz en las sesiones de control con otra persona. El alcalde de Sevilla no es parlamentario, por lo que se prevé que Ángeles Férriz ocupe ese puesto.

Si Susana Díaz, tal como se espera en el partido, da ese paso, lo podría anunciar en un comité director del PSOE. Algunos allegados han explicado que la ex presidenta se ha tomado unos días de dura reflexión, durante los cuales apenas ha intercambiado algunos mensajes con Espadas.

Susana Díaz felicita a Juan Espadas el pasado domingo. Susana Díaz felicita a Juan Espadas el pasado domingo.

Susana Díaz felicita a Juan Espadas el pasado domingo. / Antonio Pizarro

Allegados a Susana Díaz mantienen que no dejará la política, por lo que no pedirá su ingreso en el Consejo Consultivo de Andalucía. Como ex presidenta de la Junta tiene derecho a ser consejero permanente hasta los 65 años, pero eso sólo le permite asistir a los plenos y cobrar por ello, y no hay más de cuatro al año. Rafael Escuredo, ex presidente de la Junta, es consejero electivo, pero para eso es necesario un nombramiento expreso y estar acreditado como jurista con un oficio, al menos, de una década. No es el caso de Díaz.

Los partidos suelen recurrir al Senado para enviar a anteriores dirigentes, ya que hay se pueden elegir algunos por designación autonómica. El problema de Díaz con esto es que Pedro Sánchez le ofreció la presidencia de la Cámara Alta cuando ella perdió el Gobierno de la Junta. No obstante, es la mejor salida si ella desea seguir en política. En el Senado estuvo con acta José Antonio Griñán, el último presidente antes de Díaz, y sigue allí Javier Arenas. 

Juan Espadas le ganó a Díaz por una amplia diferencia -casi 17 puntos-, incluso en la provincia de Sevilla, que se suponía de las más afines a la ex presidenta. Esto provocó que la propia Susana Díaz anunciase el domingo que ya no competirá más por la secretaría general. Aunque la dirección federal quiso crear una gestora para impedir este interregno, ha sido el propio Espadas el que ha pedido un poco de tiempo a su anterior competidora para que medite qué hacer.

Los nuevos estatutos socialistas han agravado las razones para crear gestoras. Prácticamente, se necesita la dimisión previa del secretario general o la de la mayoría de los miembros de una ejecutiva. Esto último fue lo que Susana Díaz alentó en 2016 contra Pedro Sánchez, por lo que los críticos no desean volver a ello. No obstante, fuentes de la mayoría de Espadas han explicado que, en ese caso, sí cuentan ahora con más del 51% de la dirección andaluza.

Esto fue lo que provocó que Ferraz dejase apartada la idea inicial de la gestora, y dejase que el alcalde de Sevilla gestionase una situación muy delicada.

De hecho, desde entonces, nadie le ha pedido la dimisión de modo público, aunque han sido muchas las voces que se han sumado a proclamar que Juan Espadas es el líder actual del PSOE de Andalucía y que no es bueno convivir medio año bajo una bicefalia. De modo público, se ha manifestado el secretario del PSOE de Jaén, Francisco Reyes; el presidente de la Junta extremeña, Guillermo Fernández Vara, e incluso Felipe González sostuvo esta semana en Sevilla que Espadas era el líder.

 

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