Andalucía

Ciudadanos rompe la foto de Colón, pero en Andalucía encumbra a Vox

  • Mientras Arrimadas consolida su apoyo a la prórroga del estado de alarma, Juan Marín amaga con un recurso de inconstitucionalidad contra el Ingreso Mínimo 

Juan Marín.

Juan Marín. / EFE

Juan Marín, el vicepresidente de la Junta, marcó uno de sus récord mediático el lunes pasado: una entrevista, un desayuno informativo y un encuentro telemático a la hora del té. Habla, habla y habla, y cuanto más habla, más se equivoca, hasta al punto de que los anuncios del número dos del Gobierno andaluz carecen de valor informativo porque el porcentaje de errores lo ha invalidado. Ese lunes, para sorpresa del Gobierno de Juanma Moreno, Marín no descartó que la Junta interpusiese un recurso de inconstitucionalidad contra el Ingreso Mínimo Vital (IMV).

En Ciudadanos, en su propio partido, también llamó la atención, ya que la formación de Inés Arrimadas había confirmado su apoyo al IMV. Y hubo llamadas para comprobar si era el PP el que había promovido la duda constitucional.

Lo del recurso murió en horas, en la Consejería de Empleo, que fue a donde remitieron a los periodistas, no sabían nada; tampoco en Asuntos Sociales y menos en el resto del Gobierno andaluz. 

Durante esta pandemia, en Juan Marín han confluido dos peculiaridades. La primera son sus ansias mediáticas. Mientras el presidente Juanma Moreno ha optado por un perfil institucional, con intervenciones muy contadas y bastante moderadas en sus críticas al Gobierno, Marín ha actuado casi a diario. En una meses de crisis extrema como la provocada por el Covid-19, cualquier dirigente sabe que hay que comunicar poco y con exactitud. La locuacidad no es sinónimo de transparencia.

Marín anunció un plan de desescalada propio que pasaba por limitar el tiempo de desayuno en los bares; adelantó antes de tiempo los viajes entre provincias; proclamó la muerte del turismo con la solemnidad de Arias Navarro; se grabó friendo torrijas en su casa cuando morían cientos de personas a diario, y ha inventado un sello de seguridad, "gratuito", para el sector de la hostelería que a nadie ha convencido. Pero a ello, a esta sobreexposición mediática, ha añadido el perfil más crítico de la Junta contra el Gobierno central, con el que su partido ha acabado por pactar de un modo estable. Inés Arrimadas ha roto la foto de la plaza de Colón, pero en Andalucía, Ciudadanos acaba de colocar a Vox al frente de la comisión de reconstrucción de Andalucía.

El portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, es el colmillo de San Telmo, el ariete de los socialistas, pero el malagueño ha sabido protegerse en una crisis de estas dimensiones, en la que el electorado templado tolera muy mal la crispación. Bendodo lo sabe, muerde con fuerza, pero en pocas ocasiones, no atosiga. El presidente Juanma Moreno ha seguido la estela de otros presidentes como el de la Xunta y el de Castilla y León, ha adoptado un perfilo institucional, critica con suavidad y se expone muy poco ante los medios. Una vez a la semana, y desde la solemnidad de San Telmo.

Por estas dos razones, Ciudadanos en Andalucía ha tomado una dirección distinta a la de su partido a nivel nacional. O Marín no lo ha entendido, aunque avisos ha habido.

A Inés Arrimadas no le cabía más remedio que desligarse de Vox y del PP. El fracaso electoral de Albert Rivera se debió a esa conjunción de las derechas que se simbolizó en la concentración de la plaza de Colón, manifestación en la que Arrimadas no estuvo. La versión del partido es que perdió el vuelo desde Barcelona.

La huida de ERC, que ha dejado tirado en dos ocasiones al Gobierno de Pedro Sánchez, permitió a Ciudadanos recuperar el hueco de partido de Estado, como se ha encargado de subrayar su portavoz en el Congreso, Edmundo Val. En el debate de esta nueva prórroga, ERC ha cambiado de opinión y convertirá el no en una abstención, pero Ciudadanos no se ha retirado, mantiene el apoyo.

Los de Inés Arrimadas han conseguido, en esta nueva negociación, que el plan de desescalada sea igual en todas las comunidades, más allá del momento epidemiológico de cada una de las unidades territoriales. Antes del 15 de junio, el Gobierno debe presentar un decreto-ley que regule la salida del estado de alarma para los territorios que la alcancen. Además, ha obtenido un plan especial para el sector turístico que contendrá 2.500 millones de euros en créditos ICO y 151 millones en ayudas directas.

El Gobierno de Sánchez comienza a hacer maravillas con la geometría variable, porque a la vez que pacta con Ciudadanos, acuerda con ERC ceder al mando único a las comunidades en la fase 3. La alianza de Sánchez con los naranjas no es pasajera, una parte importante del PSOE, la que no duerme con Pablo Iglesias, siempre ha preferido Ciudadanos a Podemos.

En Andalucía, sin embargo, Ciudadanos terminó por votar la presidencia de Vox en la comisión de reconstrucción de Andalucía. Esto ha sido una operación complicada. Vox necesitaba una razón de peso para sumarse a una comisión de la que votó en contra de su creación y que no gustaba por ser reflejo de la que hay en el Congreso. Y PP y Ciudadanos le ofrecieron lo más alto, la presidencia, lo que motivó que PSOE y Unidas Podemos se marchasen. La gran alianza por Andalucía que propuso Juanma Moreno se ha quedado en una comisión de socios y aliados, nada más.

Hay quien sostiene que fueron Juan Marín y Elías Bendodo quienes propusieron esa fórmula, porque ambos temen que Vox deje de apoyar al Gobierno de Juanma Moreno. Pero el hecho es que, mientras Arrimadas acuerda la prórroga con el PSOE y va rompiendo con el PP de Madrid en la comunidad, Marín fragua la alianza con la nueva derecha de Abascal.

El vicepresidente de la Junta se siente fuerte dentro de su partido, presume de amistad con la jerezana Arrimadas, pero también es cierto que ella tampoco ha dejado de apoyar a los más críticos con Marín, como el alcalde de Granada y, sobre todo, Fran Hervías. Este ex secretario de Organización de Ciudadanos ha entrado en el Senado por designación del Parlamento andaluz, cuando ha sido un declarado contrincante de Marín.

   

    

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