Andalucía

Ayudas para la reforma de edificios como vanguardia del reto ecológico

  • Andalucía recibirá 51,2 millones de euros de un plan de rehabilitación aprobado por el Gobierno central destinado a promover el ahorro energético y reducir la contaminación

Fachada de un edificio residencial en Jerez de la Frontera incluido en un antiguo plan de rehabilitación de edificios singulares.

Fachada de un edificio residencial en Jerez de la Frontera incluido en un antiguo plan de rehabilitación de edificios singulares. / Manuel Pascual Fernández

A la denominada revolución verde le sobran mártires. El cambio de ciclo económico obliga a repensar qué nuevos sectores productivos serán destinatarios de los esfuerzos y recursos en lo venidero. El clásico sol y playa se resiente por la fragilidad de un mundo global expuesto a los vaivenes más insospechados, véanse la actual pandemia y las que estén por llegar. A las administraciones les urge el planteamiento de políticas en ámbitos en los que la Unión Europea se muestra propensa a la inversión.

Y si la Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible de la Junta apuntó el miércoles a la política del agua y sus correspondientes inversiones como eje para combatir el cambio climático, el Gobierno central ha aprobado una partida de 300 millones de euros a fondo perdido para la rehabilitación de viviendas con objeto de hacerlas menos contaminantes.

A Andalucía le corresponden 51,2 millones de euros de esta partida de 300 para reconvertir energéticamente el parque de edificios. Aunque no deja de ser una cantidad simbólica, constituye una pista del modo en que Bruselas sufragará los proyectos que habrán de presentar las comunidades autónomas para obtener su cuota de parte de esos 140.000 millones que ha concedido a España.

Es una oportunidad para que el sector inmobiliario lidere iniciativas en la línea de la actual corriente de compromiso con la ecología o plantee medidas a la administración que sirvan como fuerza tractora de un modelo económico que sustituya al vigente, agotado desde hace años y que ha recibido la puntilla del coronavirus.

La reducción de la huella de carbono, también la que producen los edificios, no debería ser una cuestión opcional. Así lo tienen en cuenta los mandatos que provienen de Europa. Por eso, los expertos no dejan de avisar de que a la crisis económica acompañará una crisis inmobiliaria, con notables bajadas de precios y liberación de espacios que podrán ser reutilizados. El modelo está en entredicho. El planteamiento que ofrece el Ministerio de Transición Ecológica persigue por eso el fortalecimiento del sector de la rehabilitación de edificios, con criterios de lo que ha venido a conocerse como sostenibilidad y eficiencia energética.

De ahí la relevancia del documento publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado, que hace referencia al plan de ayudas aprobado mediante decreto en el Consejo de Ministros del martes para la rehabilitación energéticas de los edificios. Esta iniciativa, que destinará a Andalucía recibirá 51,2 millones, ofrece ayudas directas a actuaciones de mejora de la eficiencia energética en edificios construidos antes de 2007.

Entre las actuaciones contempladas en el decreto figuran el cambio de la envolvente térmica, la sustitución de antiguas calderas por opciones renovables, como la termosolar o la geotérmica, o mejoras en la eficiencia de iluminación.

Tal como detalla el texto normativo, el mayor porcentaje de las ayudas están dirigidas para los consumidores vulnerables y se posiciona con las políticas de reactivación económica frente al Covid-19 de la Unión Europea, centradas en la transición energética y la digitalización, “generando un efecto incentivador sobre la generación de empleo y actividad económica en el sector de la construcción, así como los vinculados a la puesta en marcha de instalaciones eléctricas y térmicas”, según informa el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

El porcentaje de las subvenciones recorren un arco de entre el 15% y el 35% del coste de la rehabilitación. En el caso de los consumidores vulnerables, se establece una mejora de un 15% adicional. Si se combinan distintas actuaciones o logra una mejora sustancial de la eficiencia, la mejora adicional será del 20%, refleja el decreto.

El departamento que dirige Teresa Ribera señala que el programa contribuye a la consecución del Plan Nacional de Energía y Clima (Pniec) correspondiente al periodo 2021-2030, que planifica una senda de descarbonización para que a final de la década el 74% del sistema eléctrico sea de origen renovable. Estos documentos señalan la necesidad de actuar en el parque de edificios, que en la actualidad supone un 30% de la energía final consumida en el país, para lograr que sea plenamente sostenible a mediados de siglo. Las estimaciones del Pniec establece que este impulso a la rehabilitación energética de edificio generará unos 48.000 empleos anuales netos entre 2021 y 2030.

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