Ambición

Hacen bien las patronales y las cámaras de comercio de Cádiz, Sevilla y Jerez al pedir el tercer carril y el desdoble

Tráfico pesado en la autopista AP-4, este jueves.

Tráfico pesado en la autopista AP-4, este jueves. / Juan Carlos Vázquez

LA reivindicación conjunta que hicieron ayer las patronales de Sevilla y Cádiz, junto con las cámaras de Comercio de Sevilla, Cádiz y Jerez, de que se mejore la infraestructura de comunicación terrestre entre ambas provincia tiene muy pocos precedentes. Sólo por ello, ya es un hito digno de destacar, aunque lo fundamental es que la petición es vital para el desarrollo de estos territorios, en los que viven más de tres millones de andaluces.

La autopista, no es la primera vez que lo escribo, está totalmente colapsada, como lamentaron los representantes empresariales. Y es así porque no se han hecho las inversiones prometidas.

Que la patronales y las cámaras hayan optado por pedir tanto un tercer carril para la autopista que fuese de peaje como el desdoble de los 60 kilómetros que siguen sin completarse de la A-4, de los más de 600 que tiene desde que parte de Madrid,  demuestra no sólo ambición, sino evitar que optar por la primera fuese un parche que no solucione el problema de fondo.

Tan claro lo tienen, que incluso le sugieren al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) que actúe por fases y con urgencia.

Razones económicas y de justicia social sobran para sustentar la petición. Algunas de las más relevantes también las expusieron ayer: los cuellos de botella lastran al primer puerto de España, que es Algeciras, al principal polo industrial andaluz, a la industria turística y perjudica a una de las provincias con más desempleo del país.

Ese gesto de ambición de pedir que se actúe tanto en mejorar la capacidad de la autopista como en convertir de una vez por todas la A-4 en una autovía completa, desde la Puerta del Sol hasta Tres Caminos, debería ir más allá, y señalar que estamos en un momento en el que hay unas facilidades de financiación europea como nunca antes ha tenido España, ni siquiera cuando se pusieron en marcha los fondos de cohesión. Y es así porque España va a recibir 140.000 millones –si cumple– de los Next Generation EU, que permiten invertir en infraestructura, aunque no haya sido la prioridad del Gobierno del Reino de España.

También la Junta de Andalucía debería tener mayor ambición en la gestión de esos fondos y sacar del cajón del olvido la conexión ferroviaria de las dos bahías gaditanas, que no sólo permitiría vertebrar mejor a la provincia de Cádiz, sino potenciar el papel de nodo logístico de Sevilla y Córdoba, combinadas con una comunicación por carretera entre esas tres provincias que permita atender la demanda que ya hoy tienen.

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