TRAS varias campañas con precios muy malos -por debajo de coste- este año la menor producción, tanto en Andalucía como en Valencia y Murcia, ha hecho que los precios se recuperen. En estos momentos, más que mediada la campaña, los expertos confirman que el aforo de la Junta de Andalucía que predecía una bajada de producción, de un 11,2% respecto al año pasado y del 6% respecto a los últimos cuatro años, se quedaba corto y que ese descenso es "en Córdoba, de al menos un 30% de media con puntas en algunas explotaciones de hasta el 50%", mientras que en Sevilla y Huelva sí ha sido más acertado.

Eduardo Eraso, técnico de Asaja Córdoba, explica que es esta merma de la producción -que ha afectado no sólo a Andalucía sino también a Valencia y Murcia, que ya en noviembre reconocían un descenso del 23% respecto al año pasado- lo que ha provocado una recuperación de los precios, que, por ejemplo, en el caso de la variedad navelina ha sido del 33%, ya que ha pasado de cotizar el año pasado a 0,12 euros/kilo a 0,17 este año. "Incluso en el caso de la salustiana -una variedad típica de la Vega del Guadalquivir-, que en años de crisis de valor se defiende mejor, se ha pasado de los 0,16 del año pasado a los 0,18 de este año". Un indicio de que este año había "más interés" por la naranja desde el primer momento es que la industria empezó a buscar y a hacer operaciones a primeros de diciembre, casi dos meses antes que en 2015.

Otros ejemplos de recuperación de precios se dan en las variedades más tardías, caso de la lanelate, que el año pasado se vendía a 0,17 euros y este año a 0,28 o la Valencia Late, que ha alcanzado en esta campaña los 0,33, en la horquilla más alta, frente a los 0,23 a los que cotizó como máximo en la anterior campaña. Igualmente, las naranjas para industria se ha revalorizado: las navel han pasado de 0,07 a 0,15 y las blancas de 0,11 a 0,14 euros/kilo.

Las medias de las cotizaciones de la lonja de cítricos de Córdoba -que se muestran en el gráfico junto a estas líneas- reflejan la caída de precios que ha sufrido el sector a partir de la campaña 2010-2011 y la recuperación de este año, bien es cierto que a costa del descenso de producción.

La campaña de cítricos se encuentra ahora al 60% y por tanto, aun teniendo en cuenta las dificultades de cuantificar la producción de un sector en el que no hay datos oficiales de lo que se vende, desde Asaja Córdoba constatan que el aforo de la Junta no ha estado nada acertado. De hecho, esta organización cree que hacer un aforo de cítricos en agosto tal como lo hacen es aventurado, ya que es "difícil calcular la producción y más la de las variedades tardías". Eduardo Eraso dice que en Asaja, por los datos que aportan los agricultores directamente desde el campo, y la caída de flor provocada por los calores de la pasada primavera, esperaba un descenso mayor de la producción, que se acercaba a este 30% que ha resultado acertado e incluso corto mientras que la Junta para el caso de Córdoba estimaba una caída del 9,2%. Para Huelva, en naranja, el aforo predecía una bajadadel 16%, con el que los productores de estaban de acuerdo.

Respecto a Sevilla, que es la primera productora de naranjas de Andalucía, seguida de Huelva y Córdoba, Antonio Caro, jefe de los servicios técnicos de Asaja Sevilla, dice que la desviación en la bajada de producción respecto al aforo de la Junta ha sido de algunos puntos, pero que no ha habido diferencias tan grandes como las de Córdoba. Según Caro, en Sevilla el aforo predecía una bajada de producción en naranja dulce del 7,8% y ha podido ser del alrededor del 12%. Caro recuerda que este año se ha cambiado la metodología con la que se hacía el aforo de cítricos en Andalucía y se ha optado por una similar a la de Valencia, con la que las organizaciones agrarias parecen estar más de acuerdo.

Respecto al resultado de la campaña para los agricultores, Eraso dice que "quien haya tenido mucha pérdida de producción no ha salido beneficiado por los buenos precios, pues al final vendas más caro pero vendes menos, aunque siempre es mejor". En este sentido, recuerda que el Estudio de la Cadena de Valor de la naranja cifra el coste medio de la producción en 0,19 euros/kilo por lo que incluso este año hay variedades que han quedado por debajo de ese umbral de rentabilidad. De hecho, según recalca, son las variedades tardías como la lanelate o la valencia late las que cotizan más alto y rebasan ese coste de producción.

También Antonio Caro coincidía en que la recuperación de precios no ha sido para saltar de contento, sobre todo si se tienen en cuenta los costes de producción: "A veces parece que nos conformamos con perder menos", comentaba. En este sentido este experto recuerda que en los años 90 ya se pagaban las naranjas a 33 pesetas el kilo, a gran distancia de los 0,19 euros en los que se estiman los costes, con la diferencia de que esos costes en ese momento eran menores. Desde esos años ahora, también se ha perdido -según Caro- otra de las ventajas que tenía la naranja respecto a otras frutas, que era "la estabilidad en los precios".