El patio de Diego Méndez, 11 forma parte de una casa de vecinos compuesta por nueve viviendas que mantiene su estructura originaria, de 1774, de cuando era una de esas casas que en Córdoba se conocían como de muchos.

El inmueble ha sido reformado por la empresa municipal Vimcorsa manteniendo la esencia de un recinto que luce orgulloso en sus dos alturas los centenares de macetas de geranios y gitanillas que suelen colgar de sus paredes componiendo un collage de colores en el que se mezclan además el roja carruaje de los ventanales y el verde omeya de los canalones. Suele contar también con sulfinias, rallitos de rol, cintas, pilistras... este recinto con aroma de antaño.

Sus paredes, además de con macetas, suelen estar decoradas con elementos como platos de barro, o cuadros, como el de La chiquita piconera, del inmortal pintor cordobés Julio Romero de Torres. Una de las joyas del patio es una flor de la gamba que le recuerda a su madre, Francisca.