Entre el ruido y los ecos, el sonido de Operación Triunfo de entrada era nefasto. No había nota desafinada que dejara de percibirse con notoriedad. Ni un gallo que pudiera ocultarse. Opá, voy a hazé un corrá. Tantos gallos como para repoblar la granja nacional. La sucesión de aspirantes fue un tormento literal para los oídos. Tratándose de este formato sólo la nostalgia y el aprecio por los buenos tiempos impidió que la desbandada fuera mayor. Sí, estamos de acuerdo, los cantantes de OT están reclutados para mejorar, y ahí estará la sincera Noemí Galera para ponerse a prueba, pero con esta promoción lo tiene muy cuesta arriba. El jurado, además, no terminó de encontrar su postura y sus decisiones, en un desarrollo por momentos desentonado, causaron sorpresa: estaba claro que estaban guiados más por lo que ya sabían de cada concursante que por las actuaciones del lunes. Mónica Naranjo, como le ha pasado en otros programas, parecía distante, y Joe Pérez parece por ahora un Risto de saldo.Porque este OT parece un producto de calle lateral de polígono, una imitación de los mejores tiempos, un formato rebajado. Su resurrección ha sido tan esperada como frustrante, como le pasó a aquella última vuelta del Un, dos, tres. La diferencia es que durante estos años han permanecido en la programación muchas otras fábricas de figurines cantarines que orillan a OT en los regresos prescindibles. Y las redes aullando. No hacía falta que volviera, pero a TVE le convenía su invocación.La puesta en escena sí estaba actualizada, pero con una textura de pantallas animadas, a lo Eurovisión, que está muy trillada. Hay que reconocer el afán de introducir a la audiencia en un gran espectáculo, con el sello de Gestmusic, pero fueron los propios intérpretes lo que estaban por debajo del plató. Pero por mor del mal sonido, ni Mónica ni Rosa López sonaron bien.También está Roberto Leal. Por primera vez un presentador de OT tiene el aspecto de quien podría también formar parte de la academia. Algo superado por el reto del estreno, sin duda mejorará. Como le pasa a muchas chirigotas que pasan justitas el primer corte en el Falla.