Videojuegos

Análisis 'Payday 2'

  • La segunda entrega de esta franquicia sigue los pasos de su predecesora, 'Payday: The Heist', aunque con una importante novedad: lo mejor está en su modo cooperativo.

Lanzado en 2011, Payday: The Heist nos mostró una visión inusual dentro del universo de los videojuegos, poniendo al jugador en el papel de un criminal cuyo único objetivo era conseguir dinero. Nada de motivaciones nobles, historias complejas o situaciones que justifiquen sus acciones. Básicamente la propuesta era matar o morir mientras esperábamos para abrir una caja fuerte o feroces tiroteos y enfrentamientos en situaciones de la misma índole. La propuesta fue lo suficientemente sólida como para convencer a quienes vivieron esas escenas cargadas de tensión y pólvora. Y hay que comenzar apelando al sentido común de los diseñadores, que han respetado prácticamente la misma fórmula aunque enfocándola a los modos multijugador. Para preservar la mecánica, el juego de Overkill, una división de Starbreeze Studios, ha extendido el concepto con la única intención de proporcionar una experiencia aún más divertida. Y lo consigue mediante una serie de misiones con diferentes grados de dificultad en los cuales los objetivos varían desde robar el dinero, el oro, o las cajas de seguridad de un banco, hasta el transporte de cocaína a lugar seguro, o destrozar un centro comercial completo para cobrar “dinero por la protección”. Todos los asaltos y atracos se realizan con la ayuda de hasta tres compañeros, que pueden ser controlados por la inteligencia artificial o por otros usuarios en cooperativo, la opción más entretenida y reconfortante.

Al gusto del atracador

Lo primero que distingue a Payday 2 del juego anterior, es la incorporación de un modo a través del cual se puede personalizar nuestro personaje. El juego cuenta con cuatro árboles de habilidades diferentes, con los cuales cada delincuente virtual puede especializarse en ciertos cometidos específicos. Si bien es cierto que al comienzo de la aventura es aconsejable adoptar todos los roles y gastar unos preciados puntos de habilidad, en poco tiempo será posible encontrar la auténtica vocación del jugador, como especializarse en explosivos o mejorar la habilidad con armas de fuego hasta convertirlo en un auténtico pistolero. Además de garantizar una mayor afinidad de los jugadores con el personaje, también ofrece mucha variedad, ya que podemos encontrar delincuentes de cualquier tipo y nivel.

En cuanto a las especializaciones, contamos con la clase Mente Maestra, el líder manipulador que sabe controlar las situaciones más comprometidas. Emplea una bolsa de doctor con la cual se puede curar tanto él como el resto del equipo. La clase Sicario se justifica porque tampoco podía faltar un criminal violento en el grupo. Normalmente esta clase es contratada por el crimen organizado para realizar los trabajos que nadie más puede. El Técnico por el contrario, es un experto en la ciencia criminal, y disfruta volando por los aires cualquier cosa. Pero la incorporación más importante en PayDay 2 es la clase Fantasma, que desestima la actitud enfocada al combate directo para actuar de una forma más sutil y encubierta. El fantasma es un artista de sigilo, capaz de realizar grandes robos sin usar fuerza o violencia, como demuestra su habilidad para desactivar los mecanismos de seguridad y evitar que las alarmas se disparen. Afortunadamente, las clases existentes en el juego no se limitan a cumplir una única función, lo que permite combinar habilidades presentes en diferentes árboles. Sin embargo, hay que tener cuidado en invertir nuestros recursos en elementos que realmente se adapten al estilo de cada jugador, ya que los puntos necesarios para desbloquearlos están condicionados al nivel del personaje.

Delincuencia cooperativa

El punto fundamental que distingue a Payday 2 de otros juegos de disparos modernos pasa por dar mayor prioridad a los elementos de acción cooperativa, y no al enfrentamiento entre sus jugadores. Esto significa que durante los encargos más nos vale estar pendientes de cómo y dónde se encuentran el resto del grupo, que de salir a despejar la calle en solitario, ya que estas acciones condicionan el modo de actuar del resto y los condena al fracaso en la mayoría de los casos. Para asegurar que el tipo y la intención de los jugadores sea la correcta, el título cuenta con un sistema de puntos basado en acciones como ayudar a un compañero caído, o asegurar que todo el grupo llegue vivo al PayDay (día de pago), es decir, al final de cada misión. Y si nuestro contrato es de varios días, hasta la finalización del mismo. Con estas líneas de actuación, se logra que el jugador se preocupe realmente de cómo debe trabajar respecto al resto, en lugar de preocuparse únicamente por la integridad de su personaje, pues si uno cae o algo no termina de salir bien, la paga se reducirá hasta el ridículo.

La experiencia gana muchos enteros en modo cooperativo con amigos habituados a los juegos de disparos en primera persona. Pero incluso si no disponemos de amigos jugando Payday 2 o no tenemos ninguna experiencia en el juego, es muy recomendable huir del modo para un solo jugador si no se quiere sufrir más de un ataque de ira, ya que en este modo los compañeros son controlados por una inteligencia artificial que deja mucho que desear. Los compañeros en el modo para un jugador no portan las bolsas que debemos recoger, no reinician los taladros y no reciben órdenes, de modo que no acuden al rescate del jugador, únicamente son eficientes disparando a todo lo que se mueva. Aunque, curiosamente, es la misma IA que se muestra mucho más dinámica en las hordas de policías que intentan eliminarnos. De todos modos, cuando jugamos con compañeros es cuando realmente te das cuenta de todo el potencial que encierra el formato. Esto hace que la experiencia en solitario sea frustrante, ya que en ningún momento tienes la seguridad de que hay alguien vigilando por tu seguridad o por el contrario trabajando mientras el resto vigila la suya. En definitiva, la inteligencia Artificial permite que los personajes no puedan valerse por sí mismos.

El ritmo marca situaciones muy similares

Aunque en PayDay se ofrecen varios tipos de robos y actuaciones, casi todos se desarrollan de una manera muy similar. Lo que realmente diferencia el atraco a un banco a saquear una tienda o mover mercancía no es más que el ritmo que imponen los elementos que se necesitan para lograr el objetivo. Es decir, decidir y esperar a que se abran las cajas fuertes y resistir hasta que lleguen el momento de huir. Sin embargo, en todos los casos, el juego requiere una espera de tiempo considerable hasta que la misión se puede cerrar, ya que hay que esperar un coche de huida o un helicóptero. Esta similitud entre las fases hace que el juego sea monótono, algo que refuerza la pobre sensación de urgencia que transmite. Por difícil que sea el nivel de dificultad, el jugador nunca se sentirá angustiado desempeñando su misión y no se sentirá amenazado por las fuerzas del orden, aunque en muchas ocasiones logren matarnos y reducir al grupo de atracadores.

 

No obstante, en un mercado donde la mayoría de juegos tratan de inventar sistemas extraños para llamar la atención, Payday 2 prefiere seguir una fórmula básica que funciona muy bien. Con tan sólo sólo dos armas (que se pueden personalizar con accesorios), el jugador puede realizar fácilmente acciones como correr, lanzar o saltar gracias a un eficiente y rápido mapa de controles. En cuanto al apartado gráfico, hay que destacar la corrección ante todo, ya que a pesar de no haber mejorado espectacularmente en el plano visual, el título se comporta  de forma fluida y visualmente está a la altura, aunque para disfrutar de esta experiencia no es imprescindible contar con unos gráficos espectaculares, recursos que seguramente dejarían alguna otra parcela al descubierto. El audio sigue la misma línea de corrección sin artificios que tan bien sienta al formato, con temas dinámicos que animan la acción y voces en inglés, con textos de pantalla completamente traducidos al castellano.

Conclusiones

La experiencia resultante de PayDay 2 es tan diferente como el modo en el que se juegue. Ya que la obra ha sido claramente diseñada para compartir con amigos en línea, que es cuando revela todo su potencial, su raza y su atractivo. El modo para un jugador no tiene prácticamente ningún atractivo gracias a una inteligencia artificial desastrosa.  Dicho esto, Payday 2 no debería decepcionar a aquellos que decidan probarlo, contando entre otros factores que el juego tiene un precio bastante inferior a lo que ofrece, mucho más en relación con los títulos más potentes o con mayor presupuesto, los considerados AAA.

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