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Análisis 'Call of Duty: Advanced Warfare'

  • Sledgehammer Games consigue lo que a priori se antojaba difícil: remontar el espíritu de una franquicia que, tras el pobre resultado de 'Ghosts', parecía abocada al declive.

Con Call of Duty: Advanced Warfare, su desarrolladora, Sledgehammer Games, ha tenido que cumplir una tarea ingrata. Éste no sólo es el primer capítulo de la serie en su totalidad realizado por la empresa, que participa en la franquicia desde Modern Warfare 3, además tiene como objetivo poner fin a la mala impresión dejada por CoD Ghosts, entrega que parecía presagiar el declive de la serie. Ante este escenario, un tanto intimidante, el estudio afortunadamente ha logrado sorprender con una experiencia, que sin lugar a dudas representa un nuevo Call of Duty. Lo hace presentando suficientes pruebas como para no convertirse en simplemente más de lo mismo. Lograr este objetivo ha llevado a la desarrolladora ha invertir en una combinación de mecánicas con ideas conocidas y nuevos elementos con los que explorar levemente el reino de la ciencia ficción, incluso tomando como base la realidad más cercana.

El poder de las armas

El juego está ambientado en el lejano año 2054, en el cual la tecnología ha evolucionado hasta el punto en el que hay soldados, pero como una fuerza de combate sobrehumana con la que participar en operaciones militares junto a otros artilugios y vehículos de guerra futura. En este contexto, la megacorporación militar Atlas surge como un personaje prominente que alcanza grandes cotas de poder gracias a la venta y el alquiler de sus activos militares, así como la infraestructura necesaria para que los países que pueden pagar más se alcen victoriosos en sus guerras bajo pedido.

Aunque el modo campaña ha dejado de ser el principal punto de interés en la serie desde hace tiempo, la campaña de Advanced Warfare sorprende por su consistencia. Incluso dando continuación a las reglas establecidas por la franquicia, donde se sitúa al jugador en una trepidante película llena de explosiones y escenas de acción rimbombantes, la parcela narrativa tiene en esta ocasión suficientes novedades como para ofrecer algo fresco. Entre las características narrativas que más benefician el desarrollo de la campaña está el hecho de centrarse en un solo personaje: John Mitchell, un carismático fichaje interpretado por Troy Baker. No obstante existen suficiente cambios sobre títulos anteriores que permiten seguir los acontecimientos con más facilidad mientras se va creando cierta empatía con el protagonista.

Después de una misión con trágico desenlace en Corea del Sur donde Mitchell pierde gran parte del antebrazo, Atlas se hará con los servicios del soldado, que recibirá un nuevo miembro con características mecánicas y varios gadgets militares de última generación incorporados. A partir de ese momento el jugador comienza a tratar con Jonathan Irons, el poderoso y ambicioso director ejecutivo de la corporación militar interpretado por Kevin Spacey. Tras estos acontecimientos la trama adopta un camino familiar para cualquiera que se haya aventurado en un capítulo de la serie, algo que tampoco es necesariamente negativo. A pesar de incluir muchos de giros predecibles en la trama, más si cabe cuando se han visto los videos que han precedido al lanzamiento, la parcela es lo suficientemente atractiva como para justificar las 6 horas requeridas para completar la aventura, algo que lógicamente varía en función de la dificultad elegida. En todo caso, Sledegehammer Games ha construido un vínculo a base de mantener un buen ritmo, pues la representación de nuevos elementos a una velocidad constante ha logrado evitar que el jugador se sienta como si estuviera simplemente repitiendo las mismas acciones de principio a fin. Por desgracia, esto trae un contrapunto: el hecho que varias herramientas creadas por el estudio parecen estar mal explotadas. Muchas de las habilidades del exoesqueleto de Mitchell se dan mostrando y ejecutando en situaciones mal implementadas, y no permite seleccionar que tipo de Exo montar en cada capítulo, algo que reduce ligeramente la variedad de opciones disponibles.

Esto no quiere decir que el título no tenga su correspondiente cuota de personalización. Entre fases se pueden utilizar puntos de experiencia para mejorar las características del personaje, como el aumento de su cantidad de vida, la aceleración del tiempo para recargar las armas, las baterías, etc. El número de puntos disponibles al final de cada misión dependerá del desempeño del jugador en diversas áreas que van desde simplemente matar a enemigos, pasando por disparos a la cabeza o el uso de algún tipo de explosivo. Incluso dando continuidad al esquema clásico, la campaña principal de Advanced Warfare funciona muy bien gracias a la revisión de sus elementos jugables y narrativos.

Una caja llena de juguetes nuevos

La principal novedad y característica responsable, en todo caso, de diferenciar Advanced Warfare de las mecánicas seguidas por sus predecesores, es la adición del exoesqueleto, empleado tanto en la campaña principal como en el modo multijugador. Este equipo permite a la desarrolladora cambiar algunas reglas y añadir elementos que aumentan la diversión y la variedad del juego.

De este modo el exoesqueleto permite romper algunas de las características impuestas por la física de iteraciones anteriores, lo que se traduce en la posibilidad de utilizar saltos dobles o aplicar un pequeño impulso para que el personaje se mueva rápidamente hacia los lados. En la práctica, esto se traduce en un juego que centra más su interés en los escenarios verticales, algo que cambia en gran medida el territorio a explorar así como sus metas.

A pesar de aparecer de formas limitadas en la campaña principal, que por otro lado sigue la tendencia de restringir la exploración con el fin de crear una experiencia más específica y dinámica, en el modo multijugador la historia es diferente. Además de un diseño muy bien realizado, las nuevas herramientas propuestas por Sledgehammer logran crear una experiencia de juego muy diferente, pero que sin lugar a dudas, sigue sintiéndose como un Call of Duty.

 

Si durante los primeros momentos las comparaciones con Titanfall son comprensibles, no hay que pasar mucho tiempo con el juego para darse cuenta que tiene una propuesta muy diferente. Entre los factores que contribuyen a marcar distancias se encuentra por ejemplo el tamaño de los mapas, incluso aquellos que no son precisamente pequeños garantizan que el jugador pueda hacer frente a cualquier rival sin tener que invertir demasiado tiempo en el estudio del escenario.

 

El contexto futurista adoptado por juego también se traduce en nuevas opciones de equipamiento para el modo multijugador. Además de usar armas basadas en tecnologías láser y granadas capaces de variar su efecto, el jugador también puede optar por dispositivos más poderosos como el exoesqueleto como recompensa por sus rachas de bajas o cajas con nuevos equipos que se envían a ciertos puntos del escenario.

Personalización avanzada

Call of Duty: Advanced Warfare adopta un sistema de personalización donde el jugador es libre de configurar su personaje, siempre y cuando se respete el límite de puntos impuesto por el juego. Como cada habilidad tiene diferentes requisitos, es el jugador el responsable de determinar que combinación de características se adaptan mejor a su forma de actuar. Esto significa que en la práctica, se puede crear un personaje súper rápido que sólo utiliza pistolas, o un verdadero animal de artillería que no puede utilizar algunas habilidades. El sistema adoptado por Sledgehammer resulta muy versátil y estimula la ejecución de experimentos, lo que trae como consecuencia un modo multijugador más divertido.

Las opciones de personalización también están presentes en la apariencia del personaje que el jugador controla durante los combates multijugador. Además de diferenciar por sexos, el jugador tiene a su disposición variedad de artículos, incluyendo cascos, ropa e incluso los exoesqueletos con colores y detalles únicos.

El número de opciones disponibles se expande poco a poco a medida que el soldado adquiera equipos o bien compre material directamente en la tienda de Activision. Incluso si las opciones disponibles son puramente de carácter estético, recogerlas y aplicarlas resulta ser estimulante, aunque sólo sea por el hecho de diferenciarse de cualquier otro jugador. Vale la pena señalar que el sistema no está exento de algunas complicaciones menores. A medida que se limitan los artículos del inventario será necesario deshacerse de algunos de ellos si se quiere añadir nuevas opciones a la colección.

Multijugador con fuerza renovada

Todos los elementos mencionados anteriormente contribuyen a hacer de la experiencia multijugador, lo que muchos consideran el alma de la serie Call of Duty, como un compendio aún más gratificante. La incorporación de los nuevos sistemas y la estrenada verticalidad permite que no existan tantos puntos seguros en un mapa, lo que ayuda a que la acción sea aún más dinámica y equilibrada. El hecho de que los escenarios se hayan desecho de estas áreas arquitectónicamente protegidas contribuye a poner fin al reinado de los populares Camperos. Este hecho en cambio apela directamente a las soluciones de los jugadores que utilizan los rifles de largo alcance, ya que hanperdido gran parte de su eficacia.

A pesar de que la estrella del multijugador todavía siguen siendo el modo Duelo por equipos y sus variantes, Sledgehammer Games ha sido capaz de incorporar algunos elementos interesantes a la fórmula. Opciones como Dominio, Punto caliente o Tomar la bandera siguen funcionando bien y ganan dinámica gracias a los escenarios con condiciones variables y los nuevos movimientos.

La principal novedad es el modo llamado Enlace, una especie de competición donde un equipo debe llevar el dron satélite hasta el punto de enlace para puntuar. Otra novedad es el modo Exo Supervivencia, que obliga a cuatro jugadores a cooperar para superar una serie de oleadas de enemigos controlados por la inteligencia artificial. En cada ronda, el jugador tiene la oportunidad de cambiar la clase de su personaje. No hay límite de tiempo para el modo, lo que significa que se pueden pasar horas luchando contra una IA que no se deja desafiar fácilmente. Por desgracia, la falta de variación es su punto más flojo con objetivos que terminan siendo un retorno constante.

Un doblaje para pensárselo  

Incluso después de que el doblaje en castellano se haya convertido en un estándar de los lanzamientos en Europa, todavía hay trabajos que decepcionan en este ámbito. Desafortunadamente, Call of Duty: Advanced Warfare encaja en esa categoría por la falta de una dirección competente. Acumula una selección de voces en un contexto general. El aspecto más molesto, sin embargo, es cómo se plantean ciertos diálogos. El resultado de no tener una orientación clara permite que algunas escenas muestren personajes que hablan con entonaciones muy diferentes entre sí, lo que crea algunas situaciones extrañas. Durante una conversación en un ambiente tranquilo, no es raro que un personaje hable en voz baja, mientras que otro grita como si estuviera en medio de un combate, algo que por otra parte, no se da en el doblaje original.

La falta de dirección también se suma al problema de la errática sincronización labial. Por desgracia, los tiempos difícilmente coinciden y son habituales las escenas donde un personaje sigue moviendo la boca sin que emane ningún sonido de ella.

Conclusiones

Sledgehammer Games ha sido el responsable de estrenar el nuevo ciclo de tres años otorgado por Activision para el desarrollo de Call of Duty: Advanced Warfare, y el resultado se traduce en uno de los mejores capítulos de la serie en los últimos años. Aunque se encuentra lejos de la revolucionaria trilogía Modern Warfare, el juego se refresca lo suficiente como para ofrecer nueva vida a una franquicia que muchos consideraban decadente después de la discutible experiencia que ofreció Ghosts.

El uso de un marco que explora un futuro de carácter realista ha permitido a Sledgehammer crear un juego más divertido y variado, mucho más cercano a una película de aventuras con elementos de ciencia ficción que a otro intento de recrear un conflicto real con tintes belicistas. Sin duda la entrega puede considerarse como un nuevo punto de partida de la serie en consolas de nueva generación siempre que nos olvidemos del sabor amargo dejado por su predecesor. Con una buena combinación de elementos conocidos y algunas novedades importantes el título viene a confirmar que todavía se necesitará mucho tiempo para que la marca Call of Duty deje de ser un peso pesado de la industria.

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