A destiempo, como en tantas otras decisiones desde que entraron en el Betis. Así vienen actuando Ángel Haro y José Miguel López Catalán, los dos hombres que han aglutinado todos los poderes de decisión desde hace más de un año -ya con anterioridad también habían participado con un rol relevante- y que en la noche del lunes arremetieron contra la plantilla y, posteriormente, decidieron poner fin por adelantado a la etapa de Víctor Sánchez del Amo, que tendrá que recibir unos 500.000 euros de indemnización al tener contrato hasta junio de 2018.

Víctor Sánchez del Amo, a su llegada a Santa Justa.

Desde la madrugada, el consejo de administración ya estaba avisado para que acudiera por la tarde al estadio Benito Villamarín para una reunión con un único punto del día, en el que se trataría la situación deportiva de la entidad. Desde las seis de la tarde fueron llegando consejeros -no acudieron ni Rafael Salas ni Adrián Fernández-, al igual que el director deportivo, Miguel Torrecilla, que también estaba citado como responsable de la planificación deportiva.

La decisión del consejo se conoció minutos después de las nueve de la noche, con un escueto comunicado en el que se informó de que Alexis Trujillo sería el encargado de dirigir al equipo en las últimas dos jornadas. Precisamente ese hecho de que falten únicamente dos partidos permite que el canario sea el técnico, ya que la obligación de presentar un entrenador en el acta sólo tiene sanción a partir del tercer encuentro.

"El consejo de administración del Real Betis Balompié ha decidido esta tarde la destitución de Víctor Sánchez del Amo como entrenador del primer equipo de la entidad. El Real Betis agradece los servicios prestados a nuestro club por el señor Sánchez del Amo y todo su equipo y les desea lo mejor en sus futuras andaduras profesionales", arrancaba el comunicado.

Torrecilla, que aseguró la continuidad de Víctor el pasado 16 de marzo, queda muy tocado

"Asimismo, el consejo de administración ha decidido que los dos últimos partidos de la presente temporada sean dirigidos por Alexis Trujillo, secretario técnico del club y miembro del anterior cuerpo técnico. Alexis fue jugador y capitán del Real Betis entre 1993 y 2000, además de segundo entrenador verdiblanco entre 2004 y 2006", expuso el club en el comunicado en el que se informaba de la decisión y en el que no se decía nada sobre Marcos Álvarez, que continuará como preparador físico de la primera plantilla, una función que ya ha venido realizando tanto con Gustavo Poyet como con Víctor Sánchez del Amo.

Torrecilla, a su llegada al Benito Villamarín.

La decisión de Haro y Catalán se justifica ya que entienden que la presencia de Víctor en el banquillo bético el próximo domingo apenas les quitaría protagonismo, ya que son conscientes de que los aficionados protestarán al palco por una lamentable temporada. Eso sí, tanto el vicepresidente como el director deportivo quedan retratados después de las manifestaciones en las que aseguraron que el madrileño seguiría la próxima temporada.

"Si me preguntas por Víctor, te digo rotundamente que tiene contrato hasta final de la temporada siguiente, que es lo mínimo que se le debe dar para que trabaje con tiempo y confianza. Y confiamos en que el equipo siga creciendo, se cree una buena base para el año que viene aspirar a cotas mayores, que es lo que siempre habíamos dicho", expresó el pasado 13 de marzo el vicepresidente, López Catalán.

Haro llega a la reunión del consejo.

Apenas tres días después fue el director deportivo, Miguel Torrecilla, quien asumía esas palabras del dirigente para también ratificar a Víctor. "El entrenador de la próxima temporada será Víctor, no hay más que hablar. Va a cumplir esta temporada y empezará la que viene. Víctor va a continuar no sólo porque lo diga el contrato, sino por un convencimiento. Creemos en su trabajo en lo deportivo y en lo personal, es un técnico que transmite una tranquilidad que no hemos logrado antes. Vamos a muerte con él", señaló el salmantino.

El proyecto deportivo de Haro y Catalán, agotado pese a la insistencia de ambos en huir hacia delante, sufre un nuevo revés. Mel, Merino, Poyet, Víctor, Maciá... Cinco destituciones en apenas año y medio. Cinco cambios de rumbo sin repercusión en la trayectoria de la entidad, que sólo lucha por permanecer en la máxima categoría. Para los próximos días quedará debatir sobre el futuro de Torrecilla, sobre quien también surgen voces contrarias a su continuidad.