Rutas por la provincia de Córdoba

El Coso de los Llanos cumple un siglo de vida en Pozoblanco

  • La plaza de toros de la localidad pedrocheña es un testigo de excepción de la historia del municipio y un foco de intererés para los aficionados al mundo de la tauromaquia

El Coso de los Llanos está de enhorabuena, ya que este año cumple un siglo de vida siendo uno de los edificios de referencia de Pozoblanco. Esta plaza, inaugurada en 1912, contará hasta diciembre de un programa especial de actividades para conmemorar este aniversario. Así lo asegura la Delegación de Turismo del Ayuntamiento de la localidad, que añade que “será el año taurino por excelencia de la ciudad”. Además, en el desarrollo de este conjunto de iniciativas también se verán involucrados otros sectores de la sociedad, como es el caso de periodistas, presidentes de la plaza de toros, toreros, profesionales del ramo y los aficionados, con tal de que sea una celebración para todos.

Precisamente este aspecto global es el que quieren resaltar desde el Consistorio pedrocheño, ya que se quiere conseguir una implicación y disfrute de todos los públicos en el aniversario de un edificio “tan ligado” a la historia del municipio. Para conseguir este objetivo, las actividades sobrepasarán las novilladas y las corridas, para manifestarse de distintas formas, todas ellas con un mismo enfoque. Un ejemplo de esta variedad es la inauguración en marzo de la exposición fotográfica permanente en el Coso de los Llanos que se pretende inaugurar en mayo.

Una de las principales metas de estas acciones es inculcar esta tradición en los más pequeños de la localidad, por lo que los colegios que así lo desearon pudieron visitar las instalaciones durante las jornadas de puertas abiertas que tuvieron lugar esta semana.

De otra parte, los interesados en este ramo podrán disfrutar de las lecciones del matador Alberto Luna y los ex novilleros Andrés Cantero y Antonio Blanco, que impartirán clases de toreo de salón para participantes de todas las edades durante varias jornadas. Y es que estas actividades pretenden la implicación de todo el público, como en la concentración nacional de aficionados prácticos que tendrá lugar en Pozoblanco y que tiene como objetivo reunir a aquellas personas que sin ser profesionales del toro torean de forma esporádica en capeas y tentaderos. La reunión y convivencia de los interesados en este espectáculo será una de las misiones de este programa; de hecho, también se celebrará una jornada campera en la plaza el 22 de septiembre, es decir, el fin de semana anterior a la celebración de la Feria Taurina. Durante este día, se tentarán vacas y se explicará a los asistentes cómo se realizan las pruebas de bravura en el campo.

Pero no todo tendrá el albero por protagonista, sino que también se tendrán en cuenta otras modalidades artísticas, como es el caso de un recital de poesía relacionado con el mundo del toro, un desfile de moda flamenca de Francisco Tamaral, un concierto de bandas de música centrado en los pasodobles más toreros, la ya celebrada exposición de pintura del artista Pedro Escacena y la celebración del Congreso Nacional Taurino dedicado a la memoria de Paquirri entre los días 8 y 11 de noviembre.

Según se explica en la obra Los toros en Pozoblanco, de Manuel Moreno Valero, la relación de los pozoalbenses con el mundo de los toros se remonta al siglo XVII y a principios del XVIII. De este periodo son los primeros testimonios sobre la celebración de espectáculos taurinos en lo que hoy es la calle Mayor de Pozoblanco, bien en forma de encierros o de capea caballeresca más o menos organizada. Sin embargo, la primera corrida formal tendría lugar en el XIX, aunque la localidad no contaría con una plaza estable –no de obra y enclavada en la zona conocida como El Torilejo– hasta finales de este siglo. Este punto, junto al resto de corralones de piedra, no pudo hacer frente a la creciente demanda de este tipo de actividades. Fue entonces cuando Joaquín García Gómez y Rafael Bueno Roldán deciden impulsar la construcción del actual coso, que bautizaron con el nombre de Plaza de toros de Los Llanos, debido a su ubicación en el paraje denominado los Llanos del Pilar.

Concretamente, para su inauguración, participaron Fermín Muñoz Corchaíto y Martín Vázquez –que sustituyó a Manolete (padre) porque tuvo una cogida en Bilbao días antes–. Según señalan las crónicas, aquel día se agotaron las plazas, lo que supondría un reflejo de toda la trayectoria de la que ha disfrutado hasta la actualidad. Un ejemplo de ello es el éxito de cada edición de la Feria Taurina, que coincide con las de San Miguel, en Sevilla; Feria de Otoño, en Madrid, o Logroño.

La desgraciada cogida que sufrió Paquirri supuso un traspié mediático para el coso, por lo que se ha convertido en un hito de la historia del lugar. De hecho, por lo que significa esta persona, se celebrará un congreso nacional en torno esta figura del toreo. De otra parte, desde que se iniciaran los festejos el 25 de agosto de 1912 han pasado por la plaza nombres tan famosos como Juan Belmonte, Gallito de Zafra, Rafael Gómez El Gallo, Pepe Dominguín, El Cordobés o José María Montilla.

En el año 2001, la plaza experimentó una importante reforma, aunque siguió conservando la estructura de granito original. Se llevó a cabo una remodelación y ampliación que afectó sobretodo a la fachada, instalaciones interiores y al graderío, siendo éste último aumentado y techado, consiguiendo un aforo de unas 5.300 localidades.

Más información:

Ayuntamiento de Pozoblanco: www.pozoblanco.es

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios