gonzalo caballero. matador de toros

"Tanto en la vida como en el toreo apuesto a todo o nada"

  • El diestro madrileño, afincado en Aznalcázar, será dirigido en 2017 por los taurinos sevillanos José Sánchez 'Hipólito' y Enrique Muñoz.

Gonzalo Caballero, quien afirma que "sería un sueño debutar como matador en Sevilla; que me lo dio todo de novillero".

Gonzalo Caballero, quien afirma que "sería un sueño debutar como matador en Sevilla; que me lo dio todo de novillero". / Juan carlos vázquez

El matador de toros Gonzalo Caballero será dirigido en la temporada 2017 por los taurinos sevillanos José Sánchez Hipólito y Enrique Muñoz. El diestro madrileño, de 25 años, que lleva viviendo y entrenando en la localidad sevillana de Aznalcázar desde su etapa como brillante novillero, es un torero de acusada personalidad y valor que tomó la alternativa en octubre de 2015 en Las Ventas y que tan sólo ha tenido una decena de oportunidades en el escalafón superior.

-Gonzalo, ¿qué espera con este apoderamiento?

-Mis apoderados y yo vemos el toreo de la misma manera. Me ha gustado mucho la soledad y soy autodidacta. En esta etapa espero una preparación mayor, con más tentaderos para no llegar a Madrid sin torear y ponerme en un sitio donde no se pone nadie.

-¿Cambiará su visión de arriesgar al máximo?

-Como apoderados he buscado a gente que piensa lo mismo. Seguiré tirando la moneda. Tanto en la vida como en el toreo apuesto a todo o nada. Los mediocres no los quiero. En la vida tienes que buscar ser grande y hay que salir a la plaza a hacer algo grande.

-¿Qué piensa cuando le dicen que lo cogen mucho los toros?

-Mi toreo es muy sincero. Busco la verdad y la verdad duele mucho. A mí José Tomás me ha fascinado siempre porque se pone en ese sitio en el que el éxito es eterno. Otros toreros consiguen triunfos, pero son más efímeros y circunstanciales. Es difícil tirar la moneda, como hice el año pasado en San Isidro en Madrid, con el toro Aero -ganadería El Ventorillo-. Era un toro peligroso y sabía que me podía partir. Me cogió apostando y eso te da más valor. Me mantuve en el ruedo, sangrando hasta la zapatilla. Es algo muy bonito. Fue un triunfo muy grande y gané el respeto de profesionales y de la afición.

-Balance de su temporada.

-Este año he toreado nueve corridas. Además de la de San Isidro, entre lo más destacado está una faena al natural en Santander. El resto han sido corridas en plazas de menor relevancia.

-¿Qué conclusiones ha extraído de esta campaña?

-Merece la pena ponerse en el sitio, aunque el toro te meta en la cama. Te sientes orgulloso de ti mismo.

-¿Qué cambios ha notado del paso del novillo al toro?

-El toro tiene una mirada seria y cuando te coge te hiere; no te suelta como el novillo.

-¿Qué objetivo se ha planteado para 2017?

-Ser feliz toreando. Sería un sueño volver a la Maestranza ya como matador de toros. Sevilla me lo dio todo cuando debuté como novillero -cortó una oreja- y en una novillada de Matilla -muy mansa y en la que estoqueó a un novillo a cuerpo limpio-. Y me gustaría abrir la puerta grande de Las Ventas, pendiente unas veces por la espada, otras por cogidas o por otras causas.

-¿Qué le parece el público de la Maestranza?

-Es diferente. Sevilla sabe ver el toro y el toreo, y ve la pureza muy rápido.

-Su mayor ambición como torero.

-Como he dicho, ser capaz de ponerme en ese sitio y torear con más asiduidad en el campo y exponer mi toreo. Mi objetivo no es ser figura del toreo; sino ser yo. Busco la felicidad a través de la verdad del toreo.

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