análisis 2017 | la temporada en la plaza de toros de la real maestranza de sevilla

La luz torera de Antonio Ferrera

  • El pacense brilló como lidiador y torero con buen gusto en la Feria de Abril, en la que destacaron, entre otros, Roca Rey y Morall San Miguel contó con las alternativas de dos toreros sevillanos: Pablo Aguado y Rafael Serna, quien cayó herido grave

Antonio Ferrera, en un quite deslumbrante, en el que intercaló una larga, un farol y una caleserina, en el festejo del 6 de mayo de la pasada Feria de Abril.

Antonio Ferrera, en un quite deslumbrante, en el que intercaló una larga, un farol y una caleserina, en el festejo del 6 de mayo de la pasada Feria de Abril. / juan carlos vázquez

La temporada sevillana ha estado marcada por la luz torera de Antonio Ferrera y entre lo más destacado se encuentran actuaciones de Roca Rey y Pepe Moral, a quien los empresarios no han valorado su triunfo ante miuras en el ciclo primaveral. Una campaña en la que ningún torero abrió la Puerta del Príncipe, y que se cerró en San Miguel con el ascenso a matadores de toros de los sevillanos Pablo Aguado y Rafael Serna, quien cayó herido grave, con un flojo nivel en el aspecto novilleril, en el que Daniel de la Fuente se alzó como ganador del ciclo de noveles.

En el aspecto organizativo, no se aplicó la rebaja del IVA del Gobierno, que descendió del 21% al 10%, y los abonados tuvieron que pagar las entradas en los festejos de promoción, al contrario que años anteriores, en los que entraban gratuitamente.

La disminución de abonados en los últimos años -actualmente existen unos 2.500- y un mayor peso de la masa del público ha supuesto que se concedan algunos trofeos impropios para una plaza de primera categoría, con el añadido de más desaciertos presidenciales que en otras temporadas. Por otro lado, el menor poder de las reses, con un tercio de varas en algunos casos testimonial, ha incidido en una merma del espectáculo.

La Feria de Abril deparó como gran triunfador a un Ferrera que brilló como lidiador y diestro con gusto, tanto con el capote como con la muleta. La espada dejó en una oreja el pletórico momento que atraviesa. El pacense, torero en sazón, retornaba a Sevilla tras superar una grave lesión del brazo derecho y haber realizado las mejores faenas en 2014 y 2015.

Roca Rey fue el único que cortó dos orejas a un toro. En total, se concedieron 17 apéndices. Los matadores que consiguieron trofeos fueron Roca Rey, Pepe Moral y Manzanares (dos cada uno), El Cid, Joselito Adame, José Garrido, El Juli, Ferrera, Ureña, Rivera Ordóñez, Cayetano y Talavante. De los rejoneadores, Ventura y Galán cortaron sendas orejas.

Ferrera, que hizo doblete, dominó a Platino, de Victorino Martín, al que cortó una oreja. El 6 de mayo, en la corrida de El Pilar, cuajó a su segundo toro la mejor faena de la Feria, pero no remató con la espada. En ambas tardes plasmó un toreo auténtico, con sabor añejo y quites deslumbrantes.

Roca, de vacío el Domingo de Resurrección, impactó en la faena al sobrero de Toros de Cortés, un manso al que se impuso con decisión. Dejó el poso de un torero con máxima proyección. Y Moral volvió a demostrar que cuenta con un toreo al natural de suprema calidad y lo hizo especialmente con el notable Amapolo, de Miura. Desgraciadamente, los empresarios no han contado con él a lo largo de la temporada como merece; a excepción de algún contrato aislado, como sucedió ayer, en Illescas, donde cortó dos orejas y simbólicamente otras dos y rabo a sendos toros de Victorino Martín.

Castella cuajó una de las mejores faenas del ciclo al cuarto toro de Victoriano del Río -premiado exageradamente con una vuelta al ruedo en el arrastre-.

El peso del abono recaía en Morante, quien en sus cuatro tardes no consiguió el éxito. Voluntarioso, no se le fue ningún toro. Brilló en su tercera actuación, en la que realizó una faena artística marcada por la naturalidad tras la que falló con la espada. Manzanares contaba con tres tardes. Su mayor aval en este ciclo fue su faceta de excelente estoqueador, cobrando sendas orejas. El Juli cumplió sin más. A Talavante le faltó más decisión y Perera, en su única tarde, se entregó sin frutos.

A Padilla, triunfador del año pasado, el palco no le concedió un trofeo solicitado mayoritariamente, al igual que a El Fandi, quien completó una gran actuación y fue herido menos grave en el muslo derecho. Padilla, en su segunda tarde concretó una actuación de bajo relieve. Se despidió de la plaza sevillana Francisco Rivera Ordóñez Paquirri, que consiguió un trofeo de su último toro en una tarde en la que destacó su hermano Cayetano, que también cortó otra.

Otros diestros que consiguieron un trofeo fueron El Cid, por una faena arrebatada y desigual a un toro noble de Fuente Ymbro; Joselito Adame, por una labor pulcra; Ureña, buscando la pureza ante un difícil victorino y José Garrido; éste último deslumbró con un ramillete de verónicas y una media fenomenal.

Escribano se marchó de vacío tras fallar con la espada en la de Victorino; Javier Jiménez, con entrega. Tanto Esaú Fernández, a punto de cortar una oreja, como Nazaré, cumplieron ante miuras. David Mora, que dio una vuelta al ruedo, no redondeó. Ponce pasó inadvertido; Urdiales, con un mal lote, quedó inédito; Álvaro Lorenzo y Ginés Marín no consiguieron brillar. Y López Simón se marchó de vacío, sin dejar buena imagen en su segunda tarde, ante un toro nobilísimo de El Pilar.

En rejones, Ventura logró lo mejor y cortó una merecida oreja; Galán fue premiado con otra y Vicens se marchó de vacío.

En cuanto a la Feria de San Miguel, con dos corridas de toros, la noticia más positiva es que dos toreros sevillanos pasaron en ella a engrosar el escalafón superior: Pablo Aguado y Rafael Serna y en la cara opuesta, hubo hasta tres percances de distinta consideración. En la primera corrida, Aguado dejó muy buenas sensaciones en su alternativa, aunque falló con la espada; Talavante cortó una oreja y Ponce sufrió una contractura. En la segunda, Serna sufrió una cornada en la axila derecha de pronóstico grave; Talavante bordó el toreo al natural y Roca fue ovacionado.

En el aspecto ganadero no hubo ninguna divisa que alcanzara una nota altísima en ninguno de los dos ciclos, siendo Victorino y Jandilla las más destacadas, si bien saltaron muchos toros sueltos que por lo general no fueron aprovechados adecuadamente por los diestros.

La temporada en su conjunto ha contado con un buen nivel de público. La drástica sangría en los años de crisis económica se ha frenado. Así, en la Feria de Abril hubo cuatro festejos en los que se colocó el No hay billetes y en San Miguel la primera tarde hubo tres cuartos de entrada y la segunda casi lleno.

Una vez cerradas las puertas de la Maestranza y dando por perdida por la empresa otra fecha tradicional, el 12 de octubre, como ya hizo con el 15 de agosto, lo más destacado en el ruedo de la plaza de toros de Sevilla en este 2017 fue la torería que desplegó el veterano Antonio Ferrera, un torero en pleno sazón.

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