El matador de toros Luis Vilches (Utrera, 1976), quien ha colgado el traje de luces, baraja ya algunas propuestas para desarrollar su nueva actividad en el mundo del toro, enfocada a la enseñanza del toreo.
-Luis, ¿por qué ha arrojado la toalla?
-Porque las cosas estaban difíciles y muy complicadas. Se han reducido muchos festejos en los pueblos que servían de preparación para luego acudir preparado a Madrid. Estoy convencido de mi decisión.
-Defina su carrera.
-He llegado donde tenía que llegar. Me siento contento y orgulloso por haber toreado en ferias importantes y ante corridas duras. Al principio no me veía con capacidad para enfrentarme a toros de ese tipo.
-¿Qué valores le ha enseñado la tauromaquia?
-Muchísimos. La responsabilidad, el respeto, la educación. Es una profesión que te hace madurar antes de tiempo y que me ha aportado unos valores que me sirven en mi vida.
-¿Ha pensado continuar como banderillero?
-No. La verdad es que no. Lo que sí hago es entrenar todos los días como si estuviera en activo.
-¿Cómo le trató el público?
-Me voy satisfecho con el reconocimiento de los profesionales, de los aficionados y de la prensa. Me han tenido como un torero de buen concepto.
-¿Cree que merecía haber ocupado otro puesto?
-Creo que es lo que digo, que he llegado hasta donde tenía que llegar. Me han faltado otros factores y la suerte.
-¿A qué factores se refiere?
-La espada ha sido capital junto a la suerte. Perdía muchos trofeos y triunfos por no acertar en ferias importantes.
-¿Ha alcanzado sus sueños?
-Todo el mundo quiere ser figura del toreo. Pero eso es casi imposible. He estado en ferias importantes y he lidiado toros de ganaderías duras.
-¿Cuál es el mejor recuerdo de su carrera?
-Cuando salí por la Puerta Grande de Madrid de novillero. Fue en el año 2000. O triunfaba o me iba para casa. Allí comenzó mi carrera, me declararon triunfador de los novilleros, gané el Zapato de Oro de Arnedo y al año siguiente tomé la alternativa -21 de abril de 2001 en Sevilla, de manos de Pepe Luis Vázquez, con Cepeda de testigo-.
-¿Y el peor momento?
-La cornada de Cenicientos en 2008 que recibí en el gemelo de la pierna derecha.
-¿Su escenario preferido?
-Me quedo con Sevilla y Madrid. En ambas plazas he realizado faenas importantes. En Sevilla es donde más sentimientos tenía y me pesaba más.
-¿A qué se dedicará ahora?
-Estaré dentro del mundo del toro. Quiero comenzar con un novillero o un matador de toros, transmitiendo mis conocimientos en el día a día. Y también me ocuparé del campo. Estoy estudiando algunas cosas. Todavía no me he decidido y en breve voy a concretarlo. Tengo ilusión por esta nueva etapa en la que empezaré desde cero.
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