Toros

Triunfos de Adame y Flores en el retorno de José Tomás a México

  • El de Galapagar y Manzanares cortan una oreja cada uno

José Tomás

José Tomás / Efe

De todo, como en botica, reunió la ansiada corrida por los damnificados de los seísmos del pasado septiembre en México, en la que cortaron dos orejas cada uno los diestros mexicanos Joselito Adame y Sergio Flores, y un trofeo por cabeza los españoles Jose Tomás y José María Manzanares.

El rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza realizó una labor sin relieve con división de opiniones, y fueron aplaudidos los matadores Julián López El Juli, también español, Octavio García El Payo, con dos auténticos bueyes sin opciones, y Luis David Adame, que falló con el acero. Mexicanos son estos dos últimos.

Como estaba previsto se registró una gran entrada, con solo algunos ligeros claros en los tendidos de general.

Se lidiaron toros de La Joya, con poco celo para el caballo; Santa María de Xalpa, con poca raza pero noble; Jaral de Peñas, que se empleó pero sin repetir; Fernando de la Mora, protestado y vuelto al corral; el sobrero de Jaral de Peñas, manso y sin chiste; Montecristo, sin virtud alguna; Villar del Águila, con movilidad, y Xajay, venido a menos pero se dejó al igual que el de Villa Carmela.

Una ceremonia agradable, con actuación de charros y del cantante Fernando de la Mora. Y abrió plaza La Joya; le faltó raza para acudir al caballo y tenía una distancia muy corta. Hermoso de Mendoza cumplió nada más y mató de varios intentos y dos descabellos. División de opiniones.

Joselito Adame, muy firme y dispuesto, bien con el capote y realizó una faena de real mérito, con entendimiento de la res y sus series de muletazos bien logradas, con templanza y calidad. Jamás dudó, estuvo torero y mató de estocada trasera, haciendo la suerte sin muleta. Dos orejas e injustamente una protestada.

José Tomás se manifestó en lo que es: una labor firme, dándole al toro su tiempo, sin apuros, llevándolo perfectamente toreado y sin moverse. Una gran faena de este torero madrileño que se sacó la espina clavada de su triste actuación del año pasado. Lástima que pinchase dos veces. De todos modos se le concedió una oreja y se ganó la admiración de público.

El Payo no estuvo mal con el manso sobrero que sustituyó al de Fernando de la Mora. Tranquilo, logró destellos de elegancia, pero sin poder redondear pues la res huía ya rajada. Mató de tres intentos, y escuchó palmas en su honor.

El Juli sorteó el menos potable, estuvo bien con el capote y siguió en busca de sacarle la buena calidad que pudiese haber tenido el toro de Montecristo. Su esfuerzo se estrelló y la mala suerte le siguió toda la tarde-noche. Toreó después de un apagón de varios minutos. Fácil con la espada.

Sergio Flores salió a por todas y tuvo la suerte de que el burel de Villar del Águila tuvo movilidad y calidad para alcanzar un triunfo que le servirá de mucho. Le caló fuerte a la gente y su faena tuvo empaque y la coronó con estocada. Dos orejas y feliz por esta tarde.

Manzanares también se lució con el percal y realizó una faena muy por arriba de las condiciones del toro de Xajay, que no se empleaba y era tardo. Trasteo sólido de este torero que mató de magnífica estocada. Una oreja de peso.

Luis David Adame cerró plaza con el toro de Villa Carmela, el más bonito de los nueve que salieron, pero vino a menos y en momentos manseó, no terminó por romper. Luis David, empeñoso, logró destellos que no desmerecieron y mató de tres intentos. Se le aplaudió. En general la corrida dejó buen sabor de boca.

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