Toros

Ponce, cuatro orejas, y El Juli, dos, en su mano a mano en Manizales

  • El diestro valenciano gana el Trofeo La Catedral, como triunfador de la feria colombiana

El Juli y Enrique Ponce, en su salida a hombros de la plaza de Manizales.

El Juli y Enrique Ponce, en su salida a hombros de la plaza de Manizales. / J. J. bonilla / efe

Los diestros españoles Enrique Ponce y Julián López El Juli salieron por la puerta grande en el mano a mano de la última de abono de la 63 Feria de Manizales (Colombia).

Ponce cortó cuatro orejas y dos El Juli, en la corrida que respondió a las expectativas de una plaza llena. Los toros de Ernesto Gutiérrez Arango fueron potables y uno de ellos, el primero de la tarde, de nombre Canario y número 107, logró el indulto, en manos de Ponce.

Se indultó un toro de Gutiérrez Arango en un festejo con lleno en los tendidos

Se lidiaron seis toros de la ganadería de Ernesto Gutiérrez Arango, justos de presentación, en el tipo de la casa. Indultado el primero, de nombre Canario, número 107, lidiado por Enrique Ponce. Bravo el cuarto y de desigual comportamiento los demás. Enrique Ponce, dos orejas simbólicas, dos orejas y vuelta tras petición. El Juli, saludos, dos orejas y ovación.

Enrique Ponce y El Juli conmovieron a Manizales en la última corrida de la 63 feria taurina de esta ciudad. El mano a mano, con toros de Ernesto Gutiérrez Arango, respondió a las ilusiones de los tendidos, llenos para la ocasión por espectadores que se marcharon felices y agradecidos por la entrega de los dos maestros.

Enrique Ponce cortó cuatro orejas -simbólicas las primeras dos y a ley las restantes- en faenas en que su tauromaquia no dejó página suelta para hacerse a esos dos ejemplares, e incluso al quinto de la tarde, en el que si no falla con la espada también se hubiera hecho a los máximos trofeos. En el que abrió la corrida hubo series interminables, todas hechas con la belleza como pieza fundamental, pero con hondura en los vuelos de su muleta. El consenso fue creciendo en cada metro de la plaza y ese clamor se tradujo en el pañuelo del perdón. A su segundo, el valenciano supo taparle el defecto de buscar los adentros, para conseguir los máximos trofeos. Mientras que con el quinto logró que superara sus problemas de fuerza. Los yerros con el estoque impidieron un pleno de las seis orejas.

El Juli estuvo cerca de conseguir mucho más que las dos orejas que cortó al cuarto de la tarde, un bravo que obligó al de Velilla de San Antonio a exigirse para estar por encima del ejemplar y ganar el favor popular. En el segundo de la tarde todo marchó bien, solo que en la suerte suprema no la hubo. Otra vez en el sexto, El Juli puso a la gente de pie y obligó a la banda a tocar el pasodoble de la Feria, reconocimiento a las grandes faenas. El mal uso de espada volvió a negarle las orejas.

Finalizada la Feria de Manizales, Enrique Ponce ha sido declarado triunfador absoluto del ciclo, logrando los trofeos la Catedral de Manizales y el Voceador, otorgado por el periódico La Patria.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios