feria de san isidro | decimoséptima en la plaza de las ventas

El Juli, un maestro ante 'Licenciado'

  • El madrileño cuaja una faena inmensa a un gran toro de Alcurrucén, pero no alcanza la Puerta Grande por la espada

  • Ginés Marín, con actitud, de vacío en el mano a mano

El Juli, en un derechazo al toro 'Licenciado', de Alcurrucén, ayer en Las Ventas.

El Juli, en un derechazo al toro 'Licenciado', de Alcurrucén, ayer en Las Ventas. / javier lizón / efe

El mano a mano entre Julián López El Juli, a estas alturas don Julián como torero, con Ginés Marín, triunfador del pasado San Isidro y todavía en ciernes, colocó el No hay billetes en Las Ventas. El Juli, pletórico, evidenció su maestría con aplomo, poder y buen toreo. No abrió la Puerta Grande por la espada porque su faena al tercer toro de la tarde, Licenciado, es una de las mejores del torero de San Blas en Madrid. Aún así, hay que contar que la entrega, la sinceridad y el buen toreo de Marín a la verónica fueron puntos positivos para el jerezano-extremeño.

La rivalidad entre ambos toreros únicamente apareció en el que abrió plaza, donde a un quite de Marín, por gaoneras, respondió El Juli con unas chicuelinas de compás abierto.

El Juli, con el gran Licenciado, de Alcurrucén -colorao, bajo- estuvo rotundo y dominador, aunque le faltó una rúbrica adecuada a esa altura para desorejarlo. El diestro, que ganó terreno a la verónica, brilló en una bella apertura. En las afueras cuajó dos series con la diestra con ligazón y muletazos hondos. La plaza rugió en un cambio de mano ligado a un natural interminable. Con la zurda estuvo a punto de ser cogido. En la siguiente tanda, el madrileño volvió a bajar la mano. Y con la derecha, en redondo, puso a parte del público en pie. Cerró al natural, con un pase genuflexo precioso. La faena, redonda, era de premio mayor, pero el torero mató de estocada corta trasera y descabello y fue premiado con una oreja.

El Juli logró algunas verónicas y naturales sueltos con calidad ante el buen toro que abrió plaza, de Victoriano del Río, protestado de salida, bajo, un animal noble de Victoriano del Río, con un pitón izquierdo importante. Sin importarle el viento, se marchó a las afueras en un trasteo correcto y con un desarme que no cobró altura. Tampoco estuvo acertado con la espada y fue aplaudido.

El quinto, de Domingo Hernández, negro, alto, muy peligroso por el pitón izquierdo ya puso en jaque a Ginés Marín en un quite a la verónica. El Juli tuvo que hacer un quite a su banderillero Soler con un pase cuando ya tenía la muleta armada para comenzar la faena. El madrileño intentó buscar otro trofeo para ganar la Puerta Grande, pero el toro se lesionó y tuvo que cortar el trasteo, matando de estocada caída y recibiendo una ovación de consolación.

Ginés Marín, con actitud, se marchó de vacío. Con el segundo toro, de Alcurrucén, colorao, cornicorto, montado, protestado de salida, con nobleza, pero apagadísimo, Marín realizó una labor voluntariosa, que comenzó con unos estatuarios, pero que no tuvo respuesta del público por la falta de emoción. Mató de pinchazo y media y fue silenciado.

Con el cuarto astado, de Garcigrande, negro, serio, incierto, Ginés Marín apostó fuerte tras lancear a la verónica con buen aire. El toro solía frenarse o reponer y en un muletazo con la izquierda prendió al diestro; quedando la cogida en un susto. Se levantó y continuó el jerezano-extremeño con firmeza hasta matar de estocada. El torero fue ovacionado y hubo pitos en el arrastre del toro.

En el cierre, Marín se las vio con un astado de Victoriano del Río, negro, imponente, de 600 kilos, que se empleó en varas, acudiendo de lejos para dos puyazos soberbios que propinó Agustín Navarro, quien recibió una ovación de órdago. Marín, con apuntes de buen toreo a la verónica, se entregó en un trasteo desigual. Tras unas manoletinas y sin acierto en la suerte suprema, el público despidió al toro en su arrastre con una ovación y el torero fue silenciado.

El Juli, en su carrera tan seguro con la espada, se quedó ayer, paradójicamente, sin Puerta Grande por la tizona tras mostrarse como un gran maestro del toreo ante Licenciado.

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