Rodolfo Sancho, Irene Escolar y Raúl Mérida protagonizan La corona partida, película que se estrenó en cines el pasado mes de febrero y que esta noche aterriza en La 1 de TVE. Dirigida por Jordi Frades, cuenta la lucha de poder entre Fernando El Católico (Sancho) y Felipe el Hermoso (Mérida). Una producción que incluye más de mil figurantes, cámaras en dron, un centenar de caballos y rodada en escenarios naturales, como el castillo Guadamur de Toledo, las catedrales de Burgos y Toledo, la iglesia de Santa María de Torrelaguna, o el madrileño Palacio del Rincón. La corona partida ocupará desde hoy el hueco dejado por la serie Olmos y Robles tras el final de su segunda temporada.

El largometraje narra lo ocurrido entre la muerte de Isabel y la llegada a España de Carlos, Rey Emperador. Rodolfo Sancho vuelve a dar vida a Fernando El Católico tras su participación en la serie Isabel con Michelle Jenner. Junto al actor, José Coronado se suma a la corte para interpretar a Maximiliano de Austria.

La trama arranca tras la muerte de la Reina Isabel La Católica y, a pesar de lo estipulado en su testamento, Fernando mantiene su deseo de conservar el gobierno de Castilla. Pero todo se complica cuando se topa con las ansias de Felipe El Hermoso por coronarse. En esa lucha encarnizada, Juana (Irene Escolar), la legítima heredera al trono, sufrirá las consecuencias de las maniobras de su padre y de su esposo por hacerse con el poder. Será un triángulo familiar que peleará por el poder y por el amor.

Esta producción de Diagonal TV y TVE, de cien minutos de duración, se realizó en un tiempo récord de cinco semanas gracias a la pericia del equipo, adquirida durante las tres temporadas de Isabel. "Aunque estaba en mente de todos contar este periodo histórico no se decidió hasta iniciada la grabación de Carlos, Rey emperador; surgió de modo natural", explica Frades.

La historia abarca un periodo de tres años, hasta el encierro de Juana en Tordesillas, Valladolid, e incluye una elipsis con la muerte de Fernando. Un periodo corto pero decisivo. El director insiste en que hay una gran diferencia visual con la serie: "El tratamiento es distinto y tiene validez por sí mismo. Vicente Aranda ya retrató a Juana La Loca". Él propone, en cambio, una historia de intriga política "dialogada y sin artificios comerciales, realizada al estilo de las adaptaciones de Shakespeare que hace Kenneth Branagh, o El león en invierno, de Anthony Harvey". La continuación de la serie Isabel con un tratamiento diferente.