Sociedad

153 personas mueren en el accidente de Spanair

  • Fallo Un motor explosionó y se incendió inmediatamente después del despegue del avión, que se estrelló al poco tiempo del ascenso · Testigos "Se oyó una explosión y se volatilizó en medio del humo"

El de 2008 es desde ayer un verano maldito. La tragedia del vuelo JKK5022 de la compañía Spanair en el aeropuerto de Barajas, de donde despegó para no llegar jamás a su destino, Las Palmas de Gran Canaria, se salda de momento con la muerte de 153 personas y 19 heridos, varios de ellos en situación muy grave.

El accidente conmocionó al país entero, que quedó noqueado por la magnitud del drama. Paralizado casi, en los primeros instantes. Barajas volvía a ser escenario de un accidente aéreo después de 25 años.

El momento clave fue el despegue, minutos antes de las tres de la tarde. El aparato inició la maniobra de ascenso y apenas lo hubo hecho descendió bruscamente para acabar estrellándose y partirse en dos sobre una vaguada cercana a la pista. Era el segundo intento de despegue. El primero había sido abortado por el propio comandante, que antes informó de una avería en un indicador de temperatura, que fue reparada. A la segunda tentativa, y en el llamado punto de no retorno, todos los indicios apuntan a que el motor izquierdo estalló.

Testigos presenciales narraron que, en ese instante, oyeron una explosión y el aparato "se volatilizó". El avión se partió en dos y se incendió cerca de la terminal 4 de Barajas. Se produjo "una enorme bola de fuego y una masa de humo negro" se levantó en la zona, dijo una mujer que presenció el accidente. Poco más tarde, el testimonio de uno de los primeros guardias civiles en llegar al lugar, lo decía todo: "No queda nada que se parezca a un avión". Otra testigo que presenció los hechos resaltó que el avión "hizo un rodaje en juna carrera muy larga. La pinta era muy mala después de su caída desde el aire", agregó.

Los restos del MD82 quedaron esparcidos en un radio de un centenar de metros. Los siete miembros de la tripulación murieron en el acto. El avión volaba con código compartido con la alemana Lufthansa.

Minutos después del accidente, el drama se apoderó del edificio de la terminal 4 del aeropuerto madrileño. Las primeras cifras de muertos coincidían con la llegada de los familiares de los pasajeros. En todos ellos el mismo rictus de dolor, la mirada perdida, los ojos arrasados por las lágrimas. El desconcierto y el nerviosismo eran la tónica predominante. Los retrasos e incluso las cancelaciones de vuelos se acumulaban en las pantallas del aeropuerto de Barajas. El tráfico quedaría completamente normalizado a última hora de la tarde.

El dolor y la desolación multiplicados se repetiría más tarde en las instalaciones de Ifema, en Madrid, habilitadas para las tareas de identificación de los restos de los fallecidos en el siniestro.

Los más allegados a los pasajeros que viajaban en el avión de Spanair fueron llegando a lo largo de la tarde en coches particulares y en taxis. Además, dos amplios autobuses trasladaron por la noche a sendos grupos numerosos de familiares que reflejaban su dolor por lo ocurrido y la natural desolación ante la perspectiva de tener que enfrentarse al reconocimiento de sus seres queridos. A lo largo de la tarde noche se vio casi medio centenar de vehículos de las empresas funerarias encargadas de trasladar los restos mortales al pabellón.

Los Reyes se desplazarán hoy al tanatorio instalado en el recinto ferial con el objetivo de apoyar a los familiares de los fallecidos, mientras que los Príncipes de Asturias prevén visitar por la tarde a los heridos ingresados en distintos hospitales madrileños. Antes de dirigirse a Ifema, don Juan Carlos y doña Sofía se reunirán a lo largo de la mañana en el aeropuerto de Madrid Barajas con el grupo de crisis creado tras el siniestro para conocer los últimos datos sobre lo ocurrido. Posteriormente, en torno a mediodía, acudirán al tanatorio, precisó la fuente.

Los Príncipes de Asturias también se desplazarán a Ifema en la tarde de mañana y a continuación visitarán a los heridos ingresados en distintos hospitales madrileños. La Familia Real se encuentra "muy afectada" por la tragedia y se mantiene permanentemente informada sobre la tragedia.

La Reina volaba anoche hacia Madrid procedente de Pekín, donde ha estado siguiendo la participación española en los Juegos Olímpicos. Su llegada a Madrid se producirá a primera hora de la mañana de hoy.

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