Manuel Monteiro de Castro, el representante de la Santa Sede en España, ha abandonado su cargo tras ser nombrado secretario de la Congregación para los Obispos en el Vaticano. De Castro, que se ocupará a partir de ahora de las tareas relacionadas con el nombramiento de los obispos en todo el mundo, entre otras cosas, hizo público su nombramiento minutos antes de participar ayer en el curso de verano Los retos sociales de la integración de los inmigrantes de la Universidad Rey Juan Carlos.

El máximo representante del Vaticano en España, de 71 años, deja la Nunciatura tras nueve años y después de trabajar en el cuerpo diplomático desde 1967. El nuevo secretario de la Congregación para los Obispos expresó que "abandona Madrid con pena", en pleno debate de la reforma de la ley del aborto. Sobre este tema añadió que la interrupción del embarazo "trae muchas veces la infelicidad a la mujer". Tras ser preguntado por su relación con el Ejecutivo, Monteiro de Castro indicó que su misión "ha sido mantener buenas relaciones con el Gobierno que han elegido los españoles". La Santa Sede, explicó, tiene relaciones con 174 países del mundo, "y no significa que todos ellos sigan exactamente las normas del cristianismo".

De Castro, también nuncio de Andorra, sustituirá al arzobispo italiano Francesco Monterisi, nombrado arcipreste de la Basílica de San Pablo Extramuros, en Roma. La Congregación para los Obispos realiza la selección de los nuevos prelados antes de la aprobación papal.