A la tercera va la vencida. Al menos para los fumadores dispuestos a apagar el cigarro para siempre. Los españoles que quieren abandonar el hábito tabáquico lo intentan una media de tres veces hasta que tienen éxito, ya que casi la mitad tiene dos intentos fallidos previos.
Es el principal resultado del estudio "Quitter´s Survey", realizado a 1.000 ex fumadores de Francia, Reino Unido, Italia, Alemania y España, presentado hoy en Madrid en el marco de la campaña de concienciación "`Llamen a un médico!", de Pfizer.
El 40 por ciento de los ex fumadores comenzaron a consumir cigarrillos entre los 16 y los 18 años en el caso de España, frente a una media de 18 años en el resto de países participantes en la encuesta. Además, hay un 21 por ciento que se inició en el hábito tabáquico alrededor de los 13 años.
El promedio de consumo antes de dejarlo era de entre 20 y 22 cigarrillos al día (una cajetilla o un poco más), aunque casi un tercio de los consultados se fumaba más de treinta cigarros diariamente.
Por cuanto a los motivos para dejarlo, la mitad refiere los problemas potenciales de salud, seguido de las enfermedades diagnosticadas (17 por ciento) y el impacto negativo en la salud familiar (17 por ciento). Tras conseguir abandonar el tabaco, el 84 por ciento dice experimentar una mejora considerable de su bienestar general.
Tres de cada cinco ex fumadores cree que el tabaco es tan adictivo como la cocaína y, de hecho, casi la mitad (el 44 por ciento) de los que lo dejaron hace un año refieren la posibilidad de recaer. El neumólogo Juan Antonio Riesco destacó por ello que el tabaquismo es "una enfermedad crónica y recurrente" y como tal es vista por la propia OMS desde hace diez años, por lo que apeló a la responsabilidad de los médicos en una mayor implicación respecto a este asunto.
De hecho, según la encuesta, la intervención del profesional sanitario en el proceso de dejar de fumar es muy importante. Tres de cada cuatro consultados cree que no consultar con un médico hace más difícil el abandono del tabaco y el 84 por ciento cree que con ayuda médica es más fácil, sobre todo en el manejo de situaciones como el síndrome de abstinencia, una de las causas más importantes de las recaídas. El doctor Riesgo reclamó por ello "más ayuda por parte de la administración", en aspectos como la necesidad de más tiempo en las consultas o la financiación pública de los tratamientos antitabáquicos.
Sin embargo, si un tercio de la población fumadora está en disposición de abandonar el tabaco, según las últimas encuestas, menos del 20 por ciento acude al médico cuando se decide a hacerlo, fundamentalmente "por desconocimiento y falta de información", explicó Riesco.
Respecto al éxito, el 40 por ciento de los que acuden al médico consigue dejarlo, frente a entre el 5 y el 8 por ciento que decide abandonar el tabaco por su cuenta.
"`Llamen a un médico!" es una campaña que parte de la idea de que los fumadores no recuerdan que pueden dirigirse a un médico cuando quieren dejar de fumar. Para ello se han creado una serie de videos con situaciones cotidianas en los que, cada vez que alguien va a encender un cigarro, un hombre salta preocupado hacia él gritando: "`llamen a un médico!"
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