Una mujer de 31 años que sufre quemaduras en el 72% de su cuerpo se encuentra en estado "crítico", según el último parte médico facilitado este viernes, por lo que su vida corre peligro. Se trata de la madre del pequeño de 6 años que también sobrevivió al siniestro y que mejora favorablemente, al igual que otros diez ingresados. Otros tres heridos continúan en estado grave. Mientras, los familiares de los fallecidos continúan con la dura tarea de reconocer a las víctimas. Medio centenar de cadáveres fueron ya identificados, mientras que una treintena ya fueron entregados a sus familias. El funeral de Estado se oficiará el próximo 1 de septiembre en la catedral de La Almudena.

María Luisa Estévez es la interna que más preocupa en estos momentos a los facultativos del Hospital de La Paz en Madrid, en donde se encuentra ingresada. La mujer de 31 años tiene el 72% de su cuerpo quemado, por lo que se teme por su vida y su pronóstico es "crítico". Es una de los tres pacientes que continúan graves en los diferentes hospitales madrileños ya que, además, está Gregoria Mendiola, de 44 años, que se encuentra en coma en la UCI con traumatismo severos y diversas heridas y Pedro Hernán, de 57, que sufre numerosas fracturas y contusión pulmonar.

La buena noticia es que el resto de los heridos evolucionan favorablemente, algunos dentro de la gravedad, mientras que otros ya se encuentran en planta a la espera de su recuperación total, sin que en ningún caso se tema por la vida de los pacientes. Entre ellos destaca el pequeño Roberto de 6 años, cuya madre es la mujer en estado crítico, y que ya se encuentra consciente por lo que se encuentra en observación. También evoluciona favorablemente el otro menor de 8 años, Alfredo, que fue intervenido de una fractura en su pierna que terminó con éxito. Su madre es Gregoria Mendiola, la mujer en estado grave.

Beatriz Reyes Ojeda, de 31 años, podría ser la primera superviviente que abandone el hospital, ya que ha sido la primera herida que ha pasado a planta y su estado es leve. La mujer, que es directora de Caixa Galicia en Las Palmas, se recupera de una fractura en su pierna que no le ha dado complicaciones.

Medio centenar de víctimas identificadas

Mientras, en el pabellón 6 del recinto ferial de Ifema continúa la dura tarea de identificación de cadáveres, medio centenar ya han sido identificados por los forenses, según informó el consejero de Presidencia, Interior y Justicia de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados. El proceso está siendo en estos días mucho más lento ya que hay que someter a los cuerpos a las pruebas del ADN, debido a su estados, datos que posteriormente se cotejarán con sus allegados.

Por su parte, una treintena de cuerpos ya fueron entregados a sus familias. Tres vuelos se fletaron desde la capital hasta Las Palmas con los restos de cuatro canarios que fallecieron en el siniestro y que llegaron a la base aérea de Gando (Gran Canaria) en donde les esperaban sus familiares. Numerosos psicólogos de la Cruz Roja, pertenecientes al dispositivo de atención a los familiares, se encuentran en el aeródromo apoyando a los afectados.

Algunas de las víctimas fueron enterradas. Tomás Sánchez Bernal recibió sepultura en su localidad natal, Fuentesaúco (Segovia). El hombre, de 45 años, viajaba con su mujer, con la que residía en Salamanca, y a la que todavía no han identificado. Al mismo tiempo, en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) los amigos y allegados de Raquel Pérez, una de las azafatas del vuelo siniestrado, velaron su cadáver a la espera de que sea enterrada mañana. "Toda la familia está muy afectada, sobre todo su madre" declaró el portavoz de la familia, Jordi Casals.