Sociedad

El Solitario niega sus delitos en Portugal y queda en espera de sentencia

  • El acusado sólo reconoció las acusaciones de falsificación de matrículas, hecha en España y no en Portugal, y la tenencia ilícita de armas, pero negó que opusiera resistencia al arresto.

Jaime Giménez Arbe, 'El Solitario', negó hoy los principales cargos, ratificados por el fiscal, que se le imputan en el juicio por su intento de atraco en Portugal, cuya sentencia se dictará el próximo día 26.

La acusación insistió en sus alegaciones finales en que El Solitario, condenado ya en España a 47 años de cárcel por el asesinato de dos guardias civiles, se resistió al arresto y no está arrepentido de sus delitos, que pueden costarle hasta 20 años de prisión en Portugal.

Por su parte la defensa denunció contradicciones en los testimonios de los policías que le detuvieron en una operación conjunta luso-española, puso en duda las pruebas presentadas y anunció que el 15 enero habrá otro juicio por los "malos tratos" que el acusado ha sufrido en la prisión lisboeta de Monsanto.

El Solitario sólo reconoció hoy las acusaciones de falsificación de matrículas, hecha en España y no en Portugal, y la tenencia ilícita de armas, pero negó que opusiera resistencia al arresto y aseguró que había desistido de cometer el atraco a último momento.

En cambio el fiscal, Aderito Santos, apoyado en los testimonios de los agentes, insistió en que intentó echar mano de una pistola y que lejos de arrepentirse del asalto sólo pareció adoptar precauciones por la presencia de los policías de paisano que le vigilaban.

La larga carrera delictiva de Giménez Arbe, de 53 años y al que se le imputan en España una treintena de atracos, concluyó el 23 de julio de 2007 cuando fue detenido en las cercanías de la Caixa Agrícola que se disponía a atracar en Figueira da Foz, a 190 kilómetros al norte de la capital lusa.

El juicio abierto por esos hechos terminó hoy en el Tribunal de la localidad, después de otras tres vistas celebradas en octubre y noviembre pasados, y quedó listo para la sentencia, que por ser de primera instancia podría ser recurrida por cualquiera de las partes.

El Solitario, que preguntado por EFE a la salida del juicio dijo no querer volver a España, reiteró en su declaración final que no se considera u' atracador profesional sino un "expropiador" de la banca española, contra la que formuló un alegato político.

Su abogada, Ligia Borbinha, que comentó a EFE el buen ánimo con el que su cliente afronta el juicio en Portugal, se resignó a que no se mostraran los vídeos "completos" de la detención que ella dijo haber visto en Internet, en la popular página "YouTube".

Borbinha aseguró que entre las pruebas presentadas al juicio falta un maletín y hay otro más grande en el que sí cabe el subfusil del atracador, el cual según la policía lo llevaba listo para disparar.

El presidente del tribunal, compuesto por tres jueces, Augusto Costa, cotejó hoy fotografías de la detención con las tres cajas de objetos requisados por la policía pero no encontró disparidad alguna.

En su intervención final, Giménez Arbe acusó a los cuerpos de seguridad españoles de tener la intención de matarle.

En el año y medio que ha estado encarcelado en la prisión lisboeta de Monsanto, la más segura de Portugal, El Solitario protagonizó dos breves huelgas de hambre e intentó suicidarse en una ocasión cortándose las venas.

Según su abogada no es el único caso de malos tratos en ese establecimiento penitenciario, y reveló que ha presentado varias denuncias, una de las cuales, centrada en el atracador español, será examinada el 15 de enero en los tribunales de Lisboa.

Sin embargo el fiscal rechazó todos los argumentos de Giménez Arbe y su defensa y señaló, sobre los alegatos políticos del atracador, que podía haber robado la sucursal de un banco español situado a pocos metros de la Caixa Agrícola portuguesa.

Santos resaltó la violencia que caracteriza al acusado, su falta de arrepentimiento y las pruebas existentes de todos los delitos que se le imputan.

Giménez Arbe debe responder aún ante la Justicia española de una treintena de atracos, pero deberá cumplir la pena que le impongan en Portugal antes de que pueda ser extraditado.

La sentencia por el asesinato de los guardias civiles, que volvió a negar en el juicio de hoy, le fue impuesta tras ser entregado temporalmente a España entre el 15 de enero y el 31 de julio pasado.

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