Sociedad

La cita del Papa con obispos chilenos será clave en su Pontificado

  • Francisco pedirá responsabilidades por la opacidad y complicidad que rodea varios casos de abusos a menores en el país andino

El papa Francisco saluda a los fieles ayer, en la Plaza de San Pedro.

El papa Francisco saluda a los fieles ayer, en la Plaza de San Pedro. / Vincenzo Tersigni / Efe

Las reuniones que el papa Francisco mantendrá esta semana con los obispos chilenos para pedir "responsabilidades" ante la poca transparencia en los casos de abusos a menores son además una cita clave en su pontificado para mostrar la anunciada tolerancia cero ante los casos de pederastia.

Francisco se reunirá desde mañana hasta el jueves con ellos, después de haber constatado que fue mal informado respecto al obispo de la Diócesis de Osorno, Juan Barros, a quien acusan de que sabía que el cura Fernando Karadima abusó durante años de menores.

El Pontífice recibió a tres víctimas que le instaron a tomar medidas ejemplares

El Papa, que hizo obispo a Barros, le defendió públicamente en varias ocasiones, también durante su viaje a Chile, e incluso rechazó su renuncia hasta dos veces convencido de su inocencia a pesar de la insistencia de las víctimas sobre que era un encubridor.

Francisco se había fiado de sus interlocutores en la Conferencia Episcopal chilena, pero a la vuelta del viaje a este país mandó realizar una exhaustiva investigación al arzobispo maltés Charles Scicluna, tras la cual confesó que había cometido "graves equivocaciones de valoración" por haber recibido "información inexacta" de los hechos.

En una sala adyacente al Aula Pablo VI, el gran salón de actos donde se celebran las audiencias y que tiene como característica que se encuentra cerca de la Casa Santa Marta, donde reside Francisco, se reunirán durante tres días para pedir explicaciones y, sobre todo, para tomar decisiones acerca de la que se prevé una total reorganización de la Iglesia chilena.

Se espera una respuesta firme de Francisco, una señal contra los casos de pederastia y sus encubridores, y no sólo contra los responsables de encubrir a Karadima, sino también contra quien le informó mal.

Se había hablado de ausencias destacadas, como la del cardenal Francisco Javier Errázuriz, arzobispo emérito de Santiago y uno de los más cuestionados, e incluso del mismo Barros, pero no faltará ninguno.

Participarán 31 de los 32 obispos diocesanos y auxiliares y 2 obispos eméritos, sólo se ausentará el auxiliar de Santiago Andrés Arteaga, quien ya comunicó que no podrá asistir por su delicado estado de salud.

Hace dos semanas, el pontífice argentino convocó en el Vaticano para pedirles perdón y escucharles personalmente a Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, los tres víctimas de abusos en Chile del cura Karadima cuando eran menores y que acusan a Barros de saber lo que ocurría.

Los tres pidieron a Francisco que no se quedara sólo en palabras y emprendiese "acciones ejemplares y ejemplificadoras".

El sacerdote chileno Luis Badilla, director de El Sismógrafo, uno de los blogs más importantes de información vaticana, aseguró ayer, en unas declaraciones a la emisora pública RadioRai, que el mensaje que saldrá de estas reuniones "se espera sea para toda la Iglesia". "Lo están poniendo a prueba y para el Papa no será una prueba pequeña, pues se juega parte de su prestigio y de su credibilidad. Es un momento muy importante de su pontificado", agregó.

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