El debate estará en la calle, pero el Sevilla, a día de hoy, prácticamente roza su techo económico y deportivo. Por activa y por pasiva - y con la Junta de Accionistas fresca- José María del Nido ha explicado que la entidad que preside jamás de los jamases podrá equipararse por presupuesto y posibilidades deportivas a clubes como Real Madrid y Barcelona, cuya obligación de partida es ganar todas las competiciones en las que se inscriben.

Escudé puso el ejemplo sin quererlo convirtiéndose en el enésimo jugador de la plantilla blanca que frunce el ceño ante la pregunta de si el Sevilla puede aspirar a ganar la Liga. "Jugamos partido a partido y siempre con la ambición de ganar todos los que jugamos, pero no siempre se puede, el fútbol es así. De momento es muy lejos para ver a qué aspiramos, no estamos ni a la mitad de la temporada, pero estamos cuartos", precisó el francés.

Esa posición que hoy mantiene el equipo de Manolo Jiménez es la que marca el objetivo del club y consolidar su presencia en las plazas de Champions pasa por terminar el año brillantemente, algo que tiene a la mano el cuadro sevillista si vence este domingo al Villarreal, lo que le haría colocarse segundo en la tabla clasificatoria. El resto, el debate sobre la forma de jugar y exigir ganar todos los partidos como si no existiera rival alguno, queda fuera de lugar, por ejemplo, según Escudé. Ceder terreno veinte minutos en el Bernabéu ante un Real Madrid herido ha tenido más críticas dentro del sevillismo que alabanzas el juego de los de Jiménez en el resto del encuentro que desencadenó la destitución de Schuster. Del Nido lo avisó con énfasis el pasado martes en Los Lebreros y Escudé entiende que la afición exija, pero con matices. "Se pueden buscar cosas negativas siempre, ¿por qué no atacamos, por qué no marcamos más goles...?, pero yo sólo miro los resultados y estamos cuartos. Podemos mejorar muchas cosas. Defensivamente, ganando 3-1 manejar más el juego, con menos prisas, cuidar las faltas como la que originó el gol de Raúl... La afición nos apoya, pero quiere que ganemos siempre. Quieren más, y más, y más... pero eso pasa en todos los campos. Nosotros tampoco estamos contentos con un empate y queremos más", defiende dejando claro que los profesionales también suben su nivel de exigencia.

El Sevilla está claro que está ante su peldaño más difícil, puede que el último de la escalera. Ya ha dicho Del Nido que no será nunca como el Madrid o el Barcelona y la aspiración es igualar presupuestos con Valencia o Villarreal. Consolidar eso está en la mano del proyecto encomendado a Manolo Jiménez y lo que queda antes de las vacaciones de Navidad puede marcar avanzar en el buen camino o apartarse de él. La cita con el Villarreal es la prueba de fuego, con el inconveniente de tener un partido el jueves siguiente clave para el futuro deportivo y económico en Génova ante la Sampdoria, lo que puede provocar que algunos jugadores titulares sean reservados este domingo.