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Una asignatura por aprobar

  • La visita copera del Dépor evoca malas pasadas en citas a doble vuelta o en las que al once de Jiménez le bastaba con jugar con el resultado · Fenerbahçe, Denia y ahora la Sampdoria, ejemplos

La experiencia ha demostrado que el Sevilla de Manolo Jiménez no ha manejado bien las eliminatorias a doble partido y, generalizando un poco más, los encuentros en los que el equipo blanco se jugaba a una carta su futuro, como por ejemplo ocurrió hace dos jueves en Génova ante la Sampdoria, choque en el que el empate le valía al cuadro nervionense para pasar a la siguiente ronda de la UEFA.

Está a la vuelta de la esquina la visita del Deportivo en los octavos de final de la Copa del Rey y los precedentes animan a pensar que el equipo de Jiménez tiene posibilidades de sufrir, máxime cuando el de Lotina se encuentra en un buen momento de forma y anda pisándole los talones en la Liga, aunque ya se ha visto que son fracasos de los que ningún equipo está a salvo, como se vio con el Madrid-Irún.

Con el técnico arahalense, las eliminatorias a doble partido, ésas que tan bien se le daban a Juande, han significado dolores de cabeza para la entidad acabara pasando de ronda el Sevilla o no. No hay que recordar la famosa noche de Estambul (3-2) ante el Fenerbahçe y lo que fue aún peor, la vuelta en el Sánchez-Pizjuán y la relajación con la que el Sevilla tiró el pase a cuartos de la Champions después de alcanzar pronto un 2-0 que luego se quedaría en un insuficiente 3-2 que lo dejó todo para los penaltis. Desde los once metros el fallo crucial lo cometió Daniel Alves y la eliminación sonó a fracaso absoluto por dos cosas, porque el rival era inferior y porque la situación llegó a estar controlada con ese 2-0.

Esa misma campaña, la pasada, la Copa también ofreció sinsabores al Sevilla de Jiménez. El Denia se le subió a las barbas allí y aquí. En tierras alicantinas logró una igualada (1-1) y en Nervión en la vuelta sobrevoló el fantasma del Isla Cristina con el Sevilla eliminado a poco del final, aunque el 4-3 sobre la bocina salvó los muebles. Después, el Barça fue el verdugo de los blancos en dos encuentros en los que el once de Jiménez no perdió (1-1 y 0-0), pero tras los que el arahalense fue criticado por lo que se creía un planteamiento conservador. Ya esta temporada fue la Ponferradina la que puso en apuros al Sevilla con una victoria en el partido de ida (1-0) que fue reparada en el Sánchez-Pizjuán con un contundente 4-0 que ponía las cosas en su sitio pero que no escondía cómo fue superado en León por un equipo de Segunda B mucho más motivado.

Aunque no sean partidos a doble vuelta sí pueden equipararse a estas citas encuentros en los que el Sevilla se jugaba mucho. Pasó contra el Atlético (1-2) en una noche en la que estaba en juego el goal average que al final dio y quitó una plaza para la Champions. También ésta reciente con la Sampdoria, aunque en esta misma balanza hay que poner en el plato del haber choques claves en los que sí dio el do de pecho, como ante el Salzburgo o en Santander cuando se medía al Racing de Marcelino prácticamente igualado a puntos (0-3).

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