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Pellegrini afinó su orquesta

  • l La Champions, más que distraerlo, ha aumentado la autoestima de un equipo que sabe jugar al fútbol l Domina con balón y es el menos goleado

En menos de dos años, Manuel Pellegrini ha logrado construir casi de la nada un señor equipo de fútbol que se ha instalado en la élite española por méritos propios y pese a los problemas económicos del club desde la espantá del jeque Al Thani. Tal fue la regresión crematística del otrora nuevo rico que el propio técnico chileno estuvo a punto de tirar la toalla cuando en octubre los dirigentes incumplieron la promesa de pagar los atrasos de nóminas a la plantilla. Pero la Liga de Campeones y lo que significa solapó esa realidad. Tras la mejor clasificación histórica del Málaga, como cuarto, la Champions se les presentaba a Pellegrini y los suyos como un reto de envergadura. Pero el torneo continental, antes que distraer al Málaga en la Liga, lo ha colmado de autoestima, ha hecho olvidar las penurias económicas y lo ha aupado hasta la zona noble de la tabla.

Todo ha sido gracias a la mano del Ingeniero. El chileno ha aunado un equipo que manda en los partidos con el balón y que puede presumir de ser el equipo menos goleado de todo el campeonato, con sólo 10 goles encajados por Willy Caballero, que algo tiene que ver en ello.

sin balón

Pellegrini empieza a afinar su orquesta con la perfecta coordinación de la presión desde los hombres más adelantados. Con las líneas muy juntas y adelantadas, pese a contar con centrales no excesivamente rápidos, el Málaga se sitúa en el campo bajo un 4-2-3-1 en el que es fundamental el trabajo de los dos medios centro, que se sitúan en paralelo y se hacen relevos para pisar terrenos más adelantados y presionar al contrario. El eje de la zaga, habitualmente formado por Demichelis y Weligton, es el más fiable de la Liga precisamente por el trabajo que todo el equipo hace por delante. Y los laterales, Jesús Gámez y Monreal, recuperada la titularidad tras su lesión, tienen capacidad de recorrido para ayudar en la tarea de asfixia en la medular sin perder capacidad de recuperación. Con todo, una vez superada la primera línea de presión, el Málaga sufre sin el balón, su gran referencia de juego.

con balón

Si Pellegrini siempre se ha caracterizado por ser un entrenador de buen gusto, en el Málaga ha encontrado los mimbres necesarios para desarrollar su juego combinativo y de exquisito trato al esférico. Para ello se ha servido del excelente momento de forma de Isco, que parte de la posición de diez para actuar con plena libertad de movimientos. Ha sido el mejor sustituto de Cazorla. Apoyándose en jugadores de corte técnico y, sobre todo, muy dinámico, como Camacho, Saviola y Joaquín, en un gran momento, el Málaga desarbola a los rivales con continuos movimientos de piezas. Sólo los centrales y alguno de los medios centro mantienen cierto estatismo: cualquiera puede aparecer por cualquier sitio, incluso los laterales. Es complicado frenar a un equipo en el que el nueve está muy suelto y no da referencia a la marca.

lo mejor

El dinamismo y el exquisito trato que le da al balón, con permutas, profundidad y velocidad.

lo peor

La lentitud de los centrales y la falta de un goleador específico.

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