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Maresca: "Parece absurdo; el míster me dijo que era uno más"

  • El italiano desveló en su despedida la conversación mantenida con Jiménez sobre su salida y agradeció el cariño de la afición

Enzo Maresca se despidió del Sevilla antes de partir a Roma para cerrar su pase al Olympiacos en una emotiva rueda prensa en los intestinos del Ramón Sánchez-Pizjuán, donde lo recibieron más de un centenar de aficionados que quisieron despedirse de su ídolo tras cuatro temporadas en las filas nervionenses. El centrocampista, con un semblante que reflejaba una extraña mezcla de alegría y pena, dejó bien claro el motivo por el que abandona el Sevilla, analizó lo que ha sido su etapa como jugador en el conjunto blanquirrojo y agradeció a la hinchada todo el cariño mostrado desde que aterrizó en la capital hispalense.

Después de militar en el West Bromwich, Juventus, Bolonia, Piacenza, Fiorentina y Sevilla, Maresca seguirá su carrera futbolística en el Olympiacos con la ilusión de seguir añadiendo títulos a su palmarés. Pese a haber recibido otras ofertas, el futbolista de Pontecagnano Faiano dio a conocer las razones por las que finalmente decidió iniciar una nueva aventura en el fútbol heleno: "Lo que más me ha llamado la atención es que buscaban un futbolista de mis características. Espero seguir logrando títulos locales en Grecia y avanzar en Europa más lejos de lo que suele progresar mi nuevo equipo".

Una vez que explicó el por qué de su decisión de aceptar la propuesta griega, Maresca ofreció las palabras más jugosas de su intensa despedida a la hora de referirse al hecho clave de su salida del Sevilla: su relación con el actual entrenador de la primera plantilla, Manolo Jiménez. "Hace un año renové porque creo que el club y el entrenador, y yo mismo, estábamos convencidos de esto. Después ocurrieron cosas que cambiaron el pensamiento de algunos. Aunque parezca un poco absurdo, el míster me dijo ayer que era uno más de la plantilla si no me iba. Yo le dije que estaba casi cerrado. Además, los hechos dicen otra cosa, pues a partir de enero y hasta junio, no han sido así", indicó.

Tan claro y contundente se mostró Maresca en este asunto que dejó muy clara cuál iba ser su intención de haber continuado jugando en el conjunto sevillista: "Muchas veces me he planteado quedarme en Sevilla para siempre y acabar mi carrera en este equipo. No sé si algún día me hubiese ido de aquí si no llega a pasar lo que ha pasado. Antes de venir a Sevilla cambiaba de equipo año tras año, y aquí han sido cuatro buenas temporadas".

Al margen de lo vivido en los últimos seis meses en los que apenas ha gozado de oportunidades, Il Capo rememoró de forma general lo que ha vivido en los cuatro años en los que ha vestido la elástica sevillista: "Cualquier futbolista de los 104 años de historia del Sevilla le hubiera gustado estar en la época que yo he vivido, pues ha coincidido con la mejor del club. No quiero darle importancia a los malos momentos. Quiero pensar en todo el mundo, en el entrenador que tuve antes y no en pequeñas cositas".

Siguiendo con su análisis, Maresca hizo hincapié en su protagonismo en los momentos importantes de la historia reciente del Sevilla, consiguiendo goles clave para que el conjunto de Nervión lograse los últimos cinco títulos que adornan sus vitrinas. Todo sin olvidarse del trágico fallecimiento de su compañero Antonio Puerta: "He vivido momentos buenos y bonitos. Todo el mundo recuerda la primera UEFA, pero también participé en la segunda con goles importantes. Me quedo también con el tanto en el Bernabéu que aplaudió la gente. El peor momento, sin duda, fue cuando Puerta nos dejó. En general, me voy contento y a la vez triste, pues me hubiese gustado haber seguido aquí".

Sus últimas palabras como sevillista fueron para la afición. Maresca tuvo palabras de elogio hacia los aficionados y destacó el vínculo tan especial que tiene con ellos: "La relación club, afición y ciudad ha sido muy especial en todo momento. Es más, la peña que lleva mi nombre nació justo en la época menos bonita a nivel personal. Esto me da mucha alegría, pues toda esta gente se ha acordado de mí cuando no jugaba. Ellos se han entregado en todo momento y me han prometido que aunque me marche, la peña va a seguir para adelante. Yo siempre estaré listo para ellos y espero que vengan a verme jugar a Grecia (sonrió)".

Maresca abandonó el coliseo nervionense arropado, precisamente, por varios miembros de su peña, quienes no pudieron retener sus lágrimas al tiempo que se fotografiaban con unas camisetas que llevaban grabadas el lema de su ídolo: "No hay derrota en el corazón de quien lucha".

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