El Sevilla vuelve a tener una dura etapa de montaña por delante. Siguiendo con el símil ciclista que tanta literatura proporciona en el presente curso balompédico por aquello del Tourmalet en la competición liguera española, los blancos afrontan una cita clave con el Mortirolo, una de las cumbres más temidas de Italia, por delante. Lo hace ante un adversario complicado, frente a una Sampdoria particularmente dura cuando ejerce como anfitrión, y en un estadio, el coqueto Luigi Ferraris, que suele presionar bastante a los equipos que lo visitan. Como, además, se da la circunstancia de que el Grupo C ni siquiera garantiza la clasificación a quienes ya poseen seis puntos en su casillero, pues está claro que el equipo de Manolo Jiménez se encuentra con una dura prueba, otra más, en ese intenso calendario que le ha tocado vivir y, de momento, también superar.

Es cierto que el rival no tiene el lustre de Inter, Milan o Juventus, pero que nadie menosprecie a esta Sampdoria por mucho que su actual clasificación indique es el decimocuarto de la Serie A. La Samp llegó a una final de la Copa de Europa, contra el Barça de Cruyff, e incluso ganó una Recopa. Claro que eso pertenece al pasado, pero no tan atrás nos retrotrae el tiempo cuando se apunta que este equipo se clasificó el año pasado con todo merecimiento para disputar la presente Copa de la UEFA. Son datos objetivos que pueden ser utilizados como mejor plazcan los interesados en recordarlos. ¿Quiere esto decir que el Sevilla tiene algún motivo para sentirse inferior en esta nueva aventura europea? En absoluto, seguro que las apuestas de Internet lo dan incluso como el principal favorito.

Pero el fútbol, afortunada o desgraciadamente, no tiene nada que ver con los pronósticos previos, ni siquiera con las trayectorias más inmediatas que siguen los equipos. La Sampdoria y el Sevilla arrancarán esta noche de igual a igual y eso debe conducir a que los blancos muestren su cara más intensa, a que jueguen este encuentro como si se tratara de la final en la que se ha convertido.

La única ventaja, a priori, para el Sevilla es que se garantiza su clasificación con dos de los tres resultados que se pueden dar y hasta una derrota lo dejaría pendiente de lo que pueda hacer el Standard de Lieja en su visita al Stuttgart. Todo lo que sea que los belgas no pierdan allí clasificaría al conjunto nervionense, pero no está clara cuál será la intensidad del actual líder del grupo. En este repaso de los datos, conviene apuntar que un triunfo sevillista en Génova, unido a una derrota del Standard en Alemania, le garantizaría el primer puesto del grupo a los nervionenses por su mejor goal average global.

Son las cuentas previas a un choque que provoca recelos entre los expedicionarios sevillistas. La confianza es absoluta, sobre todo después de los dos triunfos consecutivos en la Liga BBVA frente a rivales directos como el Real Madrid y el Villarreal, que serían tres si a éstos se le añade el 3-0 al Partizan de Belgrado en la UEFA. Sin embargo, esta seguridad en las propias posibilidades contrasta con la imprevisibilidad de una Sampdoria que se está mostrando tremendamente irregular a lo largo del presente ejercicio. Pero ojo a un nuevo dato, la endeblez del conjunto genovés llega en sus desplazamientos, puesto que como anfitrión el equipo que entrena Walter Mazzarri sólo perdió en el reciente derbi local, uno de los más calientes de Italia, frente al Genoa por 0-1.

Son apuntes que podrían conducir a cierta inquietud, pero en el Sevilla nadie quiere pensar en vibraciones negativas. Todo se afronta desde un prisma de respeto máximo, cierto, pero con la confianza de que el trabajo frente al Villarreal evidenció que el camino se ha enderezado. Y ya no sólo en lo que tiene que ver con los números, que ésos siempre han estado ahí, también el fútbol sevillista no dejó dudas sobre la calidad de esta plantilla que adiestra Manolo Jiménez.

Sin Kanoute, que como todos saben desde el mismo domingo, se tuvo que quedar en Sevilla para recuperarse de su problema muscular, los blancos quieren consolidar esa trayectoria positiva que vienen siguiendo en la presente temporada. De momento, la Liga está encauzada y ahora se trata de llegar al parón navideño con la clasificación para la siguiente fase de la Copa de la UEFA garantizada. El recuerdo de Eindhoven y Glasgow bien merece añadir a este Mortirolo italiano a lo que se ha dado en llamar en la Liga como el Tourmalet.