Semana Santa

Un reestreno de baja intensidad

  • Dos de las tres cofradías del Campo de la Verdad, el Amor y la Vera Cruz, sólo pasarán por el Puente Romano al regresar; harán la ida por el paso de Miraflores

En 2006, es muy probable que pocos apostaran por que el moderno y controvertido puente de Miraflores, que se inauguró en mayo de 2003, continuara integrando los recorridos penitenciales. Fue el primer año en el que las hermandades del Campo de la Verdad tuvieron que cruzar la moderna para llegar a la margen derecha del Guadalquivir, como  consecuencia de las obras del Puente Romano. Sin embargo, las previsiones más compartidas no se han cumplido y, a pesar del fuerte rechazo que supuso la estética del proyecto, dos de estas tres hermandades, el Cristo del Amor y la Vera Cruz, han optado por convertir a esta pasarela en un escenario adicional para las estaciones de penitencia del Domingo de Ramos y el Lunes Santo, respectivamente. El Descendimiento, por su parte, sí se mantendrá fiel a la tradición y hará uso, tanto para el camino de ida como para el de regreso al templo, del histórico paso –recientemente reinaugurado tras una remodelación que se ha desarrollado a lo largo de los dos últimos años.

Habrá que esperar, por tanto, hasta esta noche para que los cofrades vuelvan a contemplar una estampa de Semana Santa sobre el Puente Romano, en esta ocasión cubierto de losas de granito rosa en lugar de los adoquines y al acerado anteriores a la reforma. A las 21:30, está prevista la llegada de la cruz de guía a la Puerta del Puente, por lo que sólo unos minutos después harán lo propio los pasos del Cristo del Amor, el Señor del Silencio y la Virgen de la Encarnación.

El Lunes Santo, prácticamente, se repetirá el guión del Domingo de Ramos en lo que a las cofradías del Campo de la Verdad se refiere. La Vera Cruz cruzará el Guadalquivir en su camino hacia la carrera oficial, en torno a las 19.00, y la llegada al histórico paso no se producirá hasta poco después de la medianoche, en concreto a las 00:30. Este recorrido, elegido por la junta de gobierno de esta hermandad radicada en la parroquia de San José y Espíritu Santo, se contrapone a las voces que nunca han aprobado Miraflores como escenario para las cofradías.

En el caso del Descendimiento, una corporación que celebra su estación de penitencia el Viernes Santo, la pasarela más antigua de la ciudad sí servirá tanto para la ida como para el regreso. Así, esta hermandad cruzará el Puente Romano a las 18:30 y a las 00:30, sólo unos minutos antes de su llegada a su sede canónica, la parroquia de San José y Espíritu Santo.

Aunque no esté directamente relacionado con la opción de excluir a medias al Puente Romano, también es verdad que la nueva estética que presenta este espacio –fundamentalmente en su interior– no fue del gusto de la amplia mayoría de los cofrades tanto de éstas como de otras hermandades de la capital. De hecho, días antes de la reinauguración de la pasarela –cuya obra dirigió el arquitecto Juan Cuenca– se llegó a decir, incluso, que el mobiliario instalado en el puente –bancos y faroles en forma de prisma cuadrangular de apenas 70 centímetros de altura– podría dificultar el tránsito de las procesiones.

Guste más o menos, una cuestión que es estrictamente subjetiva, lo que también es cierto es que los cortejos de las hermandades del Campo de la Verdad tendrán que volver a pasar el año que viene obligatoriamente por el puente de Miraflores, ya que el tramo de la Ribera correspondiente a la Ronda de Isasa estará cortado por obras. Ésta fue la información que facilitó a principios de año el concejal de Seguridad y Tráfico, José Joaquín Cuadra, al abordar las consecuencias circulatorias que tendrá la sustitución del colector de aguas y el plan de reurbanización. Esta actuación afectará al espacio de la Ribera comprendido entre las calles Santa Teresa de Jornet y Caño Quebrado.

El paso por el Puente Romano será, en definitiva, un reestreno de escasa intensidad para estas tres corporaciones de penitencia.

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