Las Angustias

El paso solemne de la Señora de San Agustín

  • La hermandad celebra el trigésimo aniversario de la coronación canónica de la Virgen

La salida de la Hermandad de las Angustias genera cada Jueves Santo una gran expectación. La solemnidad del paso de la imagen de Juan de Mesa provoca la admiración tanto de los cofrades como del público menos devoto; sin duda es una obra de arte que conmueve. Por ello cientos de personas se citan en la plaza de San Agustín para ver este conjunto escultórico en el que la Virgen acoge en su regazo el cuerpo de Cristo ya muerto, recién descendido de la cruz.

Para la hermandad la estación de penitencia de este año tiene un carácter especial ya que este año se celebra el trigésimo aniversario de la coronación canónica de Nuestra Señora de las Angustias, que tuvo lugar en la iglesia de San Pablo, donde la imagen estuvo durante 48 años tras abandonar San Agustín. Pero su barrio siempre anheló su regreso y por ello se vuelca cada Jueves Santo con su Señora.

Los vecinos se asoman a sus balcones y se acercan a la plaza de la iglesia. Durante la espera se producen encuentros entre familiares y amigos, es un momento para ponerse al día y para programar el itinerario a seguir en este día grande de la Semana Santa. De forma progresiva San Agustín se llena y, cuando unos minutos antes de lo previsto, la cruz de guía de la Hermandad de las Angustias cruza la puerta de entrada al templo, la atención de los presentes se centra en esta escena.

Tras el desfile de los nazarenos que conforman el cortejo llega el momento más esperado; la salida de Nuestra Señora de las Angustias, que recibe una saeta nada más pisar la calle. Una vez dado el primer giro, la imagen rodea con paso firme y solemne la plaza mientras todas las miradas la siguen hasta adentrarse en Reja de Don Gome, calle que la llevará hasta Muñoz Capilla y Gutiérrez de los Ríos para llegar a la plaza de San Pedro. Otra bella estampa fruto de la nueva carrera oficial.

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