el reportaje

Semana Santa todo el año

  • Córdoba dispone de importantes firmas que en temporada y fuera de temporada surten de materia prima al mundo cofrade

EN ciertos lugares de Córdoba se vive la Semana Santa todo o casi todo el año. Son lugares como La Tienda del Cofrade, ubicada junto a la iglesia de San Lorenzo, que Juan Manuel Cabello abrió "coincidiendo con la extraordinaria del Rescatado, en 2013". "Tenemos actividad prácticamente todo el año porque, por ejemplo, entre otras cosas también nos dedicamos al bordado de las insignias de las distintas hermandades en polos, camisetas y otras prendas que el mundo cofrade utiliza en otras épocas como las cruces o la feria, y que además venden en las casas de hermandad", relata.

La Tienda del Cofrade también se dedica a la confección de túnicas. "Tenemos un acuerdo con las hermandades de la Paz y Esperanza y de la Esperanza y sus hermanos vienen aquí a que les confeccionemos las túnicas y capas, algo que obviamente hacemos en otros meses del año distintos al de la Semana Santa", explica. También visten túnicas y capas confeccionadas por La Tienda del Cofrade nazarenos de las hermandades de La Borriquita de Jaén y El Silencio, de Granada, entre otros. "Trabajamos para toda España", apunta.

El precio de las mismas depende, como él dice, de diversos factores, "de la calidad de la tela elegida, de las hechuras, del gramaje...". "Ese precio medio oscila entre los 80 euros aproximadamente la más barata y entre los 120 y 160 euros la más cara", destaca. La oferta de la tienda de Juan Manuel va muchísimo más allá. Tanto es así que no hay demanda cofrade que no satisfaga. "Nuestros trabajos de confección son todos artesanales. También son muy demandadas nuestras pulseras bordadas con las insignias de las hermandades para los distintos eventos", señala. Este año, además, ofrecen capirotes de rejilla "a diez euros".

Pero si hay una tienda de capirotes por excelencia en Córdoba es la que regenta Inmaculada Arenas en la calle Alfonso XIII. "Esta tienda lleva aquí 82 años, yo soy la tercera generación. Comenzó en ella mi abuelo [José Arenas], continuó mi padre [también José Arenas] y ahora estoy yo", cuenta Inmaculada. Relata que aunque la novedad desde hace una década es el capirote de rejilla, "que es más cómodo", hay quien, como ella, sigue prefiriendo el de cartón. "Como me ocurre a mí, hay mucha gente que ya los tienen adaptados a sus cabezas y deciden no cambiarlo", apunta. "Antes éramos únicos en Córdoba, pero ahora hay más competencia; no obstante, creo que los únicos que manipulamos artesanalmente el capirote somos nosotros. Nuestros capirotes de cartón son hechos a plancha lisa y cortados con tijera, sin máquinas", defiende. "Hay veces en que si te cambian la tela del cubrerrostro o cambias de hermandad ya no te sirve la altura del capirote que tienes. Nosotros en casos como esos los adaptamos", añade. Los capirotes de la familia Arenas oscilan entre los cinco euros y los siete, los de cartón, dependiendo de si miden menos o más de 75 centímetros; y entre los 13 y los 15 euros, los de rejilla, dependiendo también de si miden menos o más de 75 centímetros.

Muchas son las hermandades que a lo largo de su historia han utilizado y utilizan capirotes de la familia Arenas, como muchas son también las que han utilizado y utilizan velas fabricadas en Cabra. La Cerería Hermanos Lama Castro la fundaron en 1987 Antonio, Isidoro y Rafael Lama Castro recogiendo la antigua esencia de los artesanos cereros que trabajaron en la elaboración de velas de cera a mediados del siglo XVIII. Esta empresa a día de hoy vende sus productos a unas 400 hermandades de toda España. Velas Ridaura, nacida en 1940, también fabrica a medida para toda España.

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