El Amor

La Puerta del Puente recibe a los cofrades de El Cerro

  • La presencia masiva de turistas eclipsa a los cofrades que quieren ver el cortejo cruzar el río

El estreno más destacado de la jornada de ayer no fue ningún atributo cofrade, ni ninguna pieza de los pasos que hicieron estación de penitencia. Como buen Domingo de Ramos había que lucir un estreno y en esta ocasión le ha correspondido a la ciudad presumir del nuevo aspecto que presenta el entorno de la Puerta del Puente.

Los trabajos que desarrolla la Consejería de Obras Públicas no están aún concluidos y ayer se percibieron las ganas de todos de disfrutar de un entorno, en la zona más noble de la ciudad, que luce de un nuevo aspecto según traza del arquitecto Juan Serrano. La principal actuación ha consistido en recuperar la cota original del terreno, para que la Puerta del Puente que diseñara Hernán Ruiz II en 1570 se alce con su altura original y no semienterrado, como lo han conocido las generaciones recientes de cordobeses.

Esta intervención ha hecho de la plaza del Triunfo un escenario privilegiado para la contemplación de las procesiones. El lugar ha quedado con varios niveles desde los que hay una visibilidad perfecta. La pendiente hasta la Puerta del Puente hace que desde todos los puntos se pueda ver el cortejo cómo llega desde el Puente Romano y entra en la ciudad.

Un mirador privilegiado es el que se asoma desde el jardín donde se alza el triunfo a San Rafael, que da nombre a la plaza. Entre sus naranjos se asomaban quienes seguían desde lo alto el discurrir de la procesión. Y en toda la zona, una constante: gorras, sombreros, gafas de sol, abanicos y muchas botellas de agua. Todo esto creaba una estampa multicolor en la que los foráneos ganaban por goleada a los autóctonos. Por ser este lugar el cogollo de la Córdoba monumental la presencia de los turistas era masiva y dejaban en minoría a los cofrades cordobeses que querían asistir a un momento histórico, porque el cortejo de la cofradía del Amor ya no va a rodear la Puerta del Puente, sino que la cruzó triunfalmente, algo que fue subrayado de manera especial por las tres cuadrillas de costaleros que ayer portaron a sus otros tantos titulares.

Las alrededor de 200 personas que salen de la parroquia de Jesús Divino Obrero se abrieron paso entre una multitud que disfrutaba de una tarde calurosa que fue la que abrió ayer la Semana Santa en la capital. Los nazarenos, con su hábito dominico en recuerdo al obispo fray Albino, su fundador, se confortaron al llegar a la calle Torrijos, la primera sombra de la que disfrutaron desde que salieron del Campo de la Verdad, en la otra orilla del Guadalquivir.

Entre ellos relucía el principal estreno de esta hermandad, un bacalao diseñado por fray Ricardo de Córdoba y bordado en el taller de Antonio Villar. Junto al escudo de la cofradía, en el mismo destacan las armas del obispo que la fundó en 1955.

Esta hermandad no es la más antigua de la orilla izquierda del Guadalquivir, pero al realizar su salida el Domingo de Ramos sí es la encargada de estrenar todas las novedades a la hora de cruzar el río. Así, si este año han estrenado el paso bajo la Puerta del Puente, hace unos años fueron los pioneros en imprimir un toque cofrade al contemporáneo puente de Miraflores.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios