La salud es lo que importa

Dr. Bartolomé Beltrán

El asma al día

A vueltas con el Día Mundial del Asma, el doctor González Moro me insiste en la necesidad de lo que se ha dado en llamar la adherencia al tratamiento. A mí también me impresionan los datos que vienen a reflejar hechos incontestables, como el que indica que al asma se dedica el 2% de los recursos de la Sanidad Pública y, aún más, que alrededor del 50% de los pacientes sigue sin diagnosticar. Pero como dice nuestro neumólogo de cabecera, "se estima que el grado de adhesión terapéutica a los inhaladores prescritos para asma y EPOC no supera el 50%. Existen diversos factores relacionados con este problema, como la complejidad de los dispositivos, tipo de fármaco inhalado y algunos aspectos tanto socioculturales como psicológicos arraigados en algunos pacientes".

Un mal cumplimiento del tratamiento se asocia a un peor control de la enfermedad, con peor calidad de vida y más agudizaciones de ingresos hospitalarios.

Es importante disponer de herramientas que identifiquen a los pacientes con bajo cumplimiento terapéutico, cuantifiquen la adherencia (buena, intermedia o mala) e informen del patrón de incumplimiento (errático, voluntario o involuntario). En este sentido el TAI (Test de Adhesión a los Inhaladores) es una buena herramienta.

Hay que recordar que el asma es una inflamación de los bronquios que hace que éstos se obstruyan y por lo tanto el paso del aire necesario para respirar es más difícil. Esta obstrucción puede ser mayor o menor en función de una gran variedad de estímulos ambientales. Por eso, los enfermos de asma pueden ver variar el grado de su enfermedad de un día para otro o incluso a lo largo de un mismo día. El asma puede aparecer en la infancia, permanecer largos años en silencio y, coincidiendo con algún factor desencadenante, volver a dar síntomas. En los últimos años, se ha demostrado que la parte más importante del tratamiento del asma es el tratamiento de la inflamación de la mucosa bronquial.

Existen diversos medicamentos que tienen efecto antiinflamatorio en la mucosa bronquial, pero los más potentes y eficaces son los corticoides (cortisona) inhalados. Los corticoides inhalados constituyen la base del tratamiento continuado y son clave para controlar la enfermedad. Para el tratamiento inmediato se utilizan broncodilatadores que normalmente se administran por vía inhalatoria. En circunstancias especiales se administran otros medicamentos, como por ejemplo antihistamínicos para pacientes alérgicos. Y para casos de difícil control con características determinadas (inmunogolubulina E elevada) existen medicamentos especiales nuevos, como el omalizumab, muy eficaces.

Entre las patologías asociadas se cuenta la asociada al ejercicio físico, con síntomas como, tos, falta de aire, presencia de pitidos y opresión al realizar ejercicio. El reflujo gastroesofágico, el paso del fluido ácido del estómago al esófago y en ocasiones a la vía aérea, puede ser una causa frecuente por la que los pacientes de asma no mejoran. Y, finalmente, la patología nasal, con inflamación crónica de la mucosa nasal (rinitis) o de los senos paranasales (sinusitis crónica). Es lo que hay.

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