prevención y cuidados

Consejos para no martirizar los pies en días de procesiones

  • Expertos en Podología subrayan la importancia de cuidar los pies antes y después de salir

Los profesionales aconsejan no salir descalzo dado los riesgos de heridas e infecciones que acarrea.

Los profesionales aconsejan no salir descalzo dado los riesgos de heridas e infecciones que acarrea. / Archivo

El Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía ha lanzado una serie de recomendaciones para evitar lesiones ante el sobreesfuerzo al que se someten en las procesiones de Semana Santa. Según explica el secretario de esta organización, Antonio Guerrero,es recomendable "mantener prácticas saludables antes, durante y después de las procesiones, así como visitar la consulta de un profesional de la Podología ante cualquier duda para prevenir posibles lesiones".

Asimismo, recomienda comprar el calzado por la tarde, cuando los pies están más hinchados, y acomodarlo días antes para no estrenarlo en el momento de inicio de las procesiones; es preferible que sea de suela flexible, gruesa y antideslizante, sujeto al empeine, con contrafuerte y puntera ancha; el tacón no debe superar los 4 y 2 centímetros en mujeres y hombres, respectivamente; así como lavar los pies sin baños prolongados antes de largas caminatas y secarlos muy bien; cortar las uñas rectas; mantener la piel hidratada y visitar la consulta del podólogo o podóloga ante cualquier duda para detectar posibles alteraciones y prevenir riesgos. "Un calzado o calcetines grandes o demasiado ajustados favorecen la aparición de heridas, ampollas o flictenas, infecciones y también el dolor de pies", explica el podólogo Antonio Guerrero.

El calzado debe ser de suela flexible, gruesa y antideslizante, sujeto al empeine y sin puntera

A la hora de formar parte de las procesiones, el Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía recomienda no salir descalzo dado la cantidad de riesgos de heridas e infecciones a las que se exponen los pies.

Otras prácticas recomendables en paradas prolongadas son cambiar alternativamente la pierna de apoyo, realizar movimientos giratorios con cada pie y poner a veces de puntillas para reactivar la circulación, así como no descalzarse porque en el caso de tener ampollas será demasiado doloroso volver a acomodar el zapato", explica Antonio Guerrero. Después de las procesiones, baños de contraste con agua fría y caliente, así como colocar los pies en alto y masajear desde los dedos hacia el talón. En el caso de ampollas, Guerrero subraya la importancia de no abrirlas, limpiar con antiséptico, cubrir con gasa y consultar al podólogo o podóloga. "El dolor de pies no debe ignorarse y es el profesional sanitario de la podología colegiado quien debe tratar, diagnosticar, prescribir e intervenir", matiza el secretario del Colegio.

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