Salud y Bienestar

Andalucía ante la cifra histórica de los 10.000 trasplantes

  • El coloquio conmemorativo de los 30 años de trasplantes en la sanidad pública autonómica organizado por el Grupo Joly con la colaboración de la Consejería de Salud rindió homenaje a donantes y profesionales como claves de ese logro social

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Durante la tarde del pasado martes, la celebración del VII Café Coloquio sobre Innovación y Salud, organizado por el Grupo Joly con la colaboración de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, se convirtió en un homenaje a la solidaridad del donante y en un elogio a los profesionales implicados en cada uno de los 10.000 trasplantes realizados hasta la fecha en la comunidad autónoma. Familiares de donantes, trasplantados, profesionales y personalidades del mundo sanitario se dieron cita en este encuentro en el que hubo análisis y conmemoración en torno a todos aquellos que, en algún momento, han recibido el regalo más importante de su vida: un órgano.

"Podemos manifestar sin arrogancia que gozamos de una situación privilegiada, no sólo por contar con las más altas cotas de donación del mundo, si no por la gratuidad y universalidad de un servicio como éste", explicó Manuel Alonso, coordinador autonómico de Trasplantes, durante su introducción como moderador de este encuentro. "En cada proceso de donación y trasplante participan casi un centenar de profesionales. Un proceso que arranca con la generosidad del sonante y culmina con la prolongación de la vida de personas que, en otras circunstancias, en otro tiempo, habrían muerto", afirmó. Según puso de manifiesto, "el dolor que supone la pérdida de un ser querido forma parte de la vida. Los donantes fallecen de una forma imprevista gozando de máxima plenitud y en esos momentos de dolor debemos decantarnos por donación". Asimismo, adelantó que en 2008 se alcanzarán las tasas más altas de donantes de la historia de Andalucía. "En estos momentos la negativa representa el 16% de los casos. En el Reino Unido, es del 60%. Es una suerte vivir en una comunidad que lleva la solidaridad por bandera; pero, lejos del triunfalismo, debemos pensar en todas aquellas personas que no pueden recibir un órgano", recordó. Así, apuntó algunas cifras récord recientes: 26 trasplantes de en una semana o el logro del Hospital Reina Sofía de realizar 12 intervenciones de este tipo en 48 horas. Alonso recordó que el descenso en la negativa "no responde a que seamos más solidarios sino a que ahora estamos más informados. Nadie debe sentirse obligado a ser donante, es voluntario".

El foro pudo acoger la voz de aquellos que recibieron el gran regalo de su vida y de los que lo hicieron posible. José Luis Sarmiento, presidente de la Asociación Andaluza de Trasplantados Hepáticos Ciudad de Giralda, puso sobre la mesa su testimonio personal. Comprometido con la vida sindical, Sarmiento viró su trayectoria hacia el asociacionismo de los pacientes. "Vivimos el trasplante en su intensidad porque somos los agraciados, los que estamos vivos gracias a la generosidad de otros. Ni un día pasa sin que piense en la familia de aquellos que fallecieron y que lo hicieron posible". Según relató, "cuando me diagnosticaron y supe que tenía una enfermedad terminal de hígado se me caía el mundo encima. Me tocó la lotería el día que supe que me harán el trasplante. Y al pasar por eso, me cambió el chip. Conocí un mundo nuevo. Y conocí un entorno profesional distinto a la percepción de la asistencia sanitaria que tenía. Hay grandes profesionales. Seres humanos". Ahora su actividad se centra en el voluntariado. "Nos dedicamos de pleno a trabajar en los hospitales, a transmitir ánimos a los que ahora se enfrentan a esto; Y nunca nos cansaremos de agradecer las donaciones a aquellas personas que en lo más profundo de su dolor tuvieron hueco para un sentimiento basado en la generosidad".

Así lo hizo Susana Herrera Márquez, periodista y autora del libro Lágrimas de vida, en primera persona: "Cuando te comunican la muerte cerebral de tu propio hijo, en ese momento mueres y vuelves a vivir. Mi hijo me hizo ver que la muerte y la vida son lo mismo. Y estoy agradecida por hacerme ver que lo importante de la vida es lo cotidiano. El papel del donante anónimo es complejo de explicar, y estoy agradecida por poder representar a los donantes", afirmó. En su opinión, la situación de los familiares que donan ha tenido un perfil "trágico y oscuro". Pero, "no debe ser así. Gracias a un ser que se va, podemos dar vida. Es un agradecimiento mutuo". Los órganos de su hijo fallecido salvaron la vida de tres niñas. Susana, madre dos veces después de aquel momento, se siente hoy "mamá de seis niños". Durante el coloquio hubo más voces de pacientes. José Luis Martínez, que se define como "trasplantador y trasplantado", es ex médico del Reina Sofía de Córdoba y paciente a la vez. Por su experiencia quiso mostrarse agradecido con todos aquellos que trabajan por fomentar la donación. "Cuando despiertas, sientes la alegría de vivir. Yo no tenía apenas ninguna esperanza, y pude ponerme en manos de un grupo de personas para los que lo fundamental es el enfermo".

Por su parte, José Pérez Bernal, coordinador sectorial de Trasplantes de Sevilla, apuntó que los donantes de órganos se convierten en "activistas de la solidaridad", y los calificó como "monumentos vivos", haciendo referencia a los pueblos o ciudades que han dedicado calles o plazas a estas personas. Algunos de los representantes de pacientes presentes, como Ignacio Ballesteros, de la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades de Riñón, manifestaron su agradecimiento a Susana Herrera, por poner rostro a aquellos a los que siempre quiseron conocer: la persona que en un momento dado decidió donar los órganos de un ser querido.

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